Proyectos sostenibles en Anta y Urubamba - Cusco
Proyectos sostenibles en Anta y Urubamba - Cusco

En Anta, donde en tiempos de los incas se practicaba la minka, la mita y el ayni (sistemas de trabajo basados en el apoyo mutuo) hoy se escribe una nueva historia de reciprocidad. 5.778 familias han mejorado sus condiciones de vida gracias a la solidaridad de ‘padrinos’ que colaboran con la fundación Ayuda en Acción.

Durante 13 años, un promedio de 1.200 padrinos colaboradores, establecieron un vínculo solidario con un niño o niña de 26 comunidades rurales de Anta y Urubamba. Con su contribución se pudo ejecutar proyectos integrales y sostenibles, entre los que figura el turismo rural vivencial en Chacán, la crianza tecnificada de cuyes en Pacca, y 17 centros de educación temprana para la atención de la primera infancia.

Con la intención de generar familias saludables Ayuda en Acción empezó a promover el desarrollo al interior de los hogares. Diagnósticos iniciales arrojaron que las viviendas eran precarias, hacinadas y con escasos hábitos de higiene que como resultado provocaba anemia y desnutrición en la niñez. Para contrarrestar la situación se trabajó en base un plan donde los propios integrantes de la familia visualizaban el futuro que querían para sí mismos y cómo iban a trabajar para conseguirlo.

Las mujeres se empoderaron del proyecto, y al cabo de unos años cambiaron el piso de tierra por cemento, los fogones por una cocina mejorada libre de humo y sin animales domésticos, el uso de letrinas por baños con inodoro y lavadero dentro de la vivienda. Pero el principal cambio se produjo en la incorporación de hábitos de sana convivencia y prácticas saludables como el lavado de manos y la nutrición balanceada. En 13 años se consiguió habilitar 978 viviendas saludables.

El siguiente paso fue promover la participación de la mujer en la economía del hogar. Así, en la comunidad de Chacán, madres de familia que ya estaban mejorando sus viviendas decidieron conformar la Asociación Ñusta Encantada y aprovechar las bondades turísticas de su tierra para ofrecer un intercambio vivencial. Hoy existen 13 viviendas certificadas por la Dirección Regional de Salud como saludables y están aptas para ofrecer el servicio de turismo rural comunitario.

Otra experiencia donde la asociatividad ha dado sus frutos es la crianza tecnificada de cuyes. 120 familias a la par que cambiaron sus estilos de vida y mejoraron sus viviendas, optaron por seguir criando sus cuyes pero de una manera que les provea nutrición y mejoras en sus ingresos. “Antes las mujeres solo mirábamos los bolsillos de nuestros maridos. Ahora tenemos nuestros galpones y vendiendo nuestros cuyes ya estamos mejor. Ya sabemos trabajar, ya no estamos esperando, y si les falta algo a nuestros hijos para sus estudios nosotras mismas les damos. Ahora vendemos nuestros cuyes a los restaurantes de Cusco y queremos avanzar más”, sostiene Giovana Misme, pobladora de Pacca. De 10 soles que percibían en 2008, al 2016 las integrantes de la asociación perciben en promedio 450 soles mensuales por esta actividad.

En Anta, también se ha trabajado intensamente con el sector educación y salud. Se capacitó a maestros, a padres de familia, a escolares y se apostó por educación temprana. Se construyeron 17 ‘aulas honguito’ para la atención de niños y niñas de 0 a 3 años de edad. Antes eran conducidos por madres de familia capacitadas, hoy la UGEL de Anta las ha reconocido como promotoras y comparte esta experiencia exitosa como ejemplo a de un trabajo integral por la primera infancia.

También se realizaron campañas médicas habilitando un Policlínico Móvil para llegar a las comunidades más alejadas. 59,849 personas entre niños, adolescentes, mujeres y varones recibieron servicio de salud especializada. Hoy esta unidad móvil, con todos los implementos necesarios, ha sido entregada a la DIRESA de Anta para seguir acercando la salud a las familias que viven en zonas alejadas de los establecimientos de salud.

En ceremonia de rendición de cuentas William Campbell, representante de la Fundación Ayuda en Acción manifestó ante las autoridades qué habiendo obtenido resultados tan contundentes es momento de continuar nuestro trabajo en otros caminos. “Es la misión de nuestra organización, sembrar, construir, empoderar a las familias. Seguramente todavía falta mucho por hacer, pero creemos que ya están en condiciones de caminar por sí solas, y nos toca ir a otros lugares donde la realidad nos dice que debemos que empezar de nuevo”, sostuvo.

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