La Semana Santa discurre con bastante fervor en la ciudad del Cusco, donde, previo al Lunes Santo, el reconocido grupo de músicos y cantantes denominado 'Las Ch'ayñas', le rindieron tributo al Señor de Los Temblores, figura única en su clase y cuya procesión marca el inicio de las festividades por Semana Santa en la Ciudad Imperial.
Es así que este numeroso grupo de artistas, entre músicos y cantantes, varones y mujeres, se agolparon en el interior de la Catedral del Cusco, donde desplegaron sus mágicos cánticos en honor al llamado 'Taytacha' de Los Temblores.
"Yo vengo aquí por fe, por devoción, por un compromiso que tengo que cumplir con el Taytacha, mi padre me inició en el piano a los 15 años y ahora yo ejecuto este instrumento, igual lo hará una de mis nietas que ya está aprendiendo", citó Beatriz Usca Chihuantito, una de las integrantes más antiguas y tradicionales de La Ch'ayñas.
Sucede que la mayoría de componentes de esta agrupación son hijos o nietos de cusqueños que pertenecieron a la misma hace décadas, sucediéndose en el cargo, en el puesto de cantante o músico.
Las Ch'ayñas como tal fue formalmente fundado a mitad del siglo pasado, sin embargo su existencia se remonta inclusive a la época colonial, cuando, según algunos autores, los cánticos incas y sus alegorías, tuvieron que ser sincretizados con la religión , logrando hasta ahora, una fusión de credos, entre lo andino y lo católico.
Hace decenas de años Las Ch'ayñas acompañaban la procesión del Señor de Los Temblores en todo su recorrido, interpretando lastimeras canciones sacras que invitaban a la reflexión e inclusive a las lágrimas, según narran los antiguos cusqueños, sin embargo luego fueron reemplazados por la banda de guerra del Ejército.
El primer acercamiento de La Ch'ayñas con el 'Taytacha' se da el Domingo de Ramos, cuando esperan a que termine la última misa de la mañana para cerrar las puertas y cantarle casi en secreto, de una manera íntima y con la presencia solo de algunos feligreses que lograron quedarse en el interior de La Catedral.
Es que, tal como explican los miembros de esta agrupación, ellos solamente se deben al Señor, y su afán no es el de figurar u ofrecer espectáculos para los creyentes, haciendo de su culto mucho más romántico y conmovedor, ellos cantan y tocan sus instrumentos por la alegría de seguir vivos y en un afán de rogarle al Cristo Moreno su protección y bendición.