Dicen que las emergencias sacan lo peor o lo mejor de las personas, y en Cusco, un grupo de voluntarios pone todo de su parte, incluso arriesgando la vida en plena cuarentena por , a fin de ayudar a perros callejeros, que de no ser por ellos, morirían de hambre en cualquier plaza o avenida.

Uno de estos grupos se llama Pataz y reúne a varios amantes de los animales, que día a día salen a repartir alimentos que ellos mismos elaboran, que son el único sustento de muchos animalitos que no tienen la suerte de tener un dueño o persona que se encargue de ellos.

Correo entrevistó a Mónica Chacón, representante de esta organización, quien contó un poco más acerca de esta noble acción, que inició hace más de 10 años, y no ha parado hasta ahora, ni siquiera en tiempos de coronavirus.

MADRUGANDO PARA AYUDAR.

Un día regular para estos voluntarios inicia temprano, de madrugada, preparar alimentos en gran cantidad no es tarea fácil y demora bastante tiempo la cocción de papas, arroz, menestras y uno que otro hueso o colgajo de carne que se pueda conseguir.

Mónica cita que en este momento son cuatro las personas que cargan la comida a una camioneta facilitada por la Municipalidad de San Sebastián, y salen a repartir el alimento. Ellos usan trajes de bioseguridad, guantes, barbijo, lentes y todo el equipo de protección personal que pueden, pero el peligro siempre está ahí, latente.

"Claro que nos da miedo contraer el coronavirus, por eso nos preparamos con bastante tiempo de antelación y tratamos de ser muy cuidadosos, pero si nosotros no hacemos esa labor ¿quién más la va a hacer?", señaló a Correo.

Comenta que pese a las deficiencias que han podido hallar y a la falta de ayuda y compromiso de las autoridades locales, han logrado hacerse de comida para alimentar a los animales de la calle a diario, cita que cuando no hay donaciones los voluntarios ponen de su dinero, todo a fin de no dejar sin alimento a las mascotas abandonadas.

"Por experiencia propia yo sé lo que es el dolor y la indiferencia. Está bien preocuparnos por las personas, pero no podemos dejar a los animales de lado, ellos sufren en silencio y todo lo que esperan es que alguien les tienda la mano y nosotros esperamos aplacar en alguito sus penas", acotó la activista.

LA ESTERILIZACIÓN, ES ÚNICO CAMINO VIABLE.

Mónica y su grupo han visto mucho sufrimiento, ahora mismo comenta que debajo de los principales puentes de Cusco, decenas de cachorros nacieron en plena calle y sus madres los están abandonando por buscar alimento, estos perros crecerán e invadirán las calles de la ciudad, siendo castigados y hasta envenenados.

Es por ello que además de brindar alimentos, Pataz tiene un plan de solución sostenible que a futuro aminore la cantidad de perros callejeros, esto a través de la esterilización. A lo largo de todos estos años ya han esterilizado a más de 10 mil animales, pero esta campaña no puede continuar sin el apoyo profesional y de insumos.

"Aún en cuarentena seguimos esterilizando, porque es la única solución viable para parar con la proliferación de animales callejeros, sin embargo cada vez se nos hace más difícil la situación y como siempre pido la colaboración de todas las personas que aman a los animales y que pueden ayudarnos a ayudarlos", finalizó.

Desde Pataz mencionan que toda ayuda es bien recibida, y qué mejor si ya llega en forma de comida para animales, ya puede ser galletas, arroz, papas o medicamentos para tratar sus afecciones, para cualquier apoyo comunicarse al número: 953 767 226.

DATO:

-La Ley N° 30407 concibe a los dueños de las mascotas como sus familiares directos responsables y establece que el abandono de cualquier especie doméstica se tipificará como un caso de maltrato animal, pudiéndose establecer una condena de hasta cinco años de prisión. La ley existe, sólo hace falta que los operadores de justicia la hagan cumplir.

*Texto/Fotos: J. Sequeiros.