​Por crimen de joven, población expulsa a varios venezolanos

“Si no hay solución, justicia popular”, decían cientos de pobladores que se volcaron ayer a las calles de Lircay (Huancavelica) para exigir a los ciudadanos venezolanos que abandonen la ciudad en un plazo de 24 horas, como medida de rechazo al asesinato de José Soto Arango (20), joven que murió a manos de un ciudadano venezolano en la madrugada del miércoles en el Jr. Maravillas, después de sostener un altercado en las afueras de la discoteca “El Sótano”.

La decisión se tomó la tarde del jueves, en el marco de una asamblea popular a la que asistieron cerca de mil personas, entre las que destacaron el alcalde provincial de Angaraes Balvino Zevallos y el subprefecto Pablo Ñahuincopa.

ULTIMÁTUM. Tras el crimen, los deudos hicieron pasear por las calles de Lircay el ataúd conteniendo los restos de José, exigiendo justicia. Al mismo tiempo ratificaron la expulsión de los llaneros, que, según fuentes extraoficiales, serían unos cincuenta en total.

Y ayer, otro grupo numeroso, protestó con carteles en mano frente a la comisaría sectorial, exigiendo a la policía que acelere con las investigaciones y den a conocer los nombres de los involucrados.

Más tarde, los manifestantes se concentraron frente a la quinta en donde reside un grupo de venezolanos. Ahí, dirigiéndose a los visitantes extranjeros, pidieron a gritos que se retiren y que tienen 24 horas para hacerlo.

En tanto, por medidas de seguridad, la policía trasladó a otro lugar a los tres sospechosos detenidos, en aras de aclarar los hechos y castigar a los culpables del crimen.

ABANDONAN. Se supo que varios grupos de venezolanos comenzaron a dejar la ciudad en buses y camiones.