115 paciente con VIH reciben tratamiento y llevan vida normal

El VIH ya no es sinómino de muerte, siempre y cuando el paciente reciba un tratamiento oportuno. Esto ocurre con unas 115 personas que fueron diagnosticadas este año con el VIH en el hospital Carrión a donde concurren a recibir tratamiento antirretroviral. Muchos de ellos llevan una vida normal e incluso trabajan o estudian.

POR MESES. En enero se diagnosticaron a 12 pacientes, en febrero 11, en marzo 21, en mayo 18, en junio 11, en julio 11 y en agosto 18 fueron tamizados.

Las personas portadoras del VIH son cada vez más jóvenes, el menor de todos es un muchacho de 16 años, cuya transmisión fue vertical es decir de madre a hijo durante el parto. El resto tiene de 18 años a más y se infectó por transmisión sexual.

Desde el año 2008 a la fecha se detectaron 979 pacientes con VIH, de los cuales siguen activos en el tratamiento unos 610. La diferencia que son 369, habrían fallecido por abandono del tratamiento o han migrado a otra ciudad a continuar.

DESCARTE. Cuando los pacientes concurren al hospital Carrión con la sospecha que tienen el VIH son sometidos a múltiples exámenes. Y luego se les aplica esquemas de tratamiento supervisadas por un infectólogo.

A los pacientes también se les invoca a llevar una vida responsable y evitar mantener relaciones sexuales sino van a usar preservativos.

El personal de salud del hospital Carrión y El Carmen, realizan constantes campañas de prevención en discotecas y burdeles, ubicados en El Tambo, Pilcomayo y en el centro de la ciudad, donde captan a meretrices y homosexuales, para que se sometan a pruebas para descartar el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual.

Además se les entrega preservativos para que los usen como medida preventiva a las ITS.

En las discotecas también se realizan campañas para prevenir el VIH.

El director del hospital El Carmen, Edgar Aranda Huincho manifestó que existe una directiva emitida desde el Ministerio de Salud, para que toda gestante sin distinción alguna sea sometida a las pruebas de descarte de VIH y si resulta positivo al virus, inicia tratamiento y su parto debe ser por cesárea para evitar la transmisión al bebé que está por nacer.

El nosocomio también brinda asistencia a los niños con VIH de los albergues, que concurren a la escuela sin problemas.