¡A sangre fría! el 'Demonio de Chilca' cuenta como captó y asesinó a pequeña niña de 8 años
¡A sangre fría! el 'Demonio de Chilca' cuenta como captó y asesinó a pequeña niña de 8 años

Eran las 2 de la madrugada cuando el silencio de la noche se quebró en la Urb. Los Lirios en Palián. “Somos policías, estamos con la Fiscalía y vamos a entrar”, fue la frase que despertó abruptamente al hoy conocido tristemente como el ‘Demonio de Chilca’ cuando descansaba en la casa de su madre. Sabía lo que había hecho y tenía que responder por Guisell (8). Es así que trató de huir por el techo, pero en cuestión de segundos fue reducido en las gradas por efectivos del Departamento de Trata de Personas y Depincri que irrumpieron en una vivienda para acorralarlo. El ahora apodado 'Demonio de Chilca', Fernando Matos Paucar (36), al verse sin escapatoria, exclamó con voz vencida: “¡Ya!, voy hablar dónde esta la niña”.

Era el inicio de un crimen que vuelve a poner el corazón en la mano a todo Huancayo y al Perú. Y a pesar que antes había negado desconocer el paradero de la niña, esta vez un video lo delataba. En esas imágenes, a las 15:13 horas del 5 de julio, el supuesto evangélico aparecía metiendo a su casa a la menor. Dios, de quien dijo predicar su palabra, le había dado la espalda.

CRUEL. Sería en un frío y angosto cuarto del jirón Arequipa N° 429 (Chilca), donde la indefensa niña encontraría su triste final, pues Fernando confesaría a sangre fría que la ultrajó, asfixió y golpeó con una piedra de mortero hasta matarla. Relató que la captó cuando salió a comprar a la farmacia y la llamó para ‘regalarle una muñeca’. “Quería tener relaciones sexuales con una niña y la llevé a mi cuarto. La senté a la cama, le obligué a practicar sexo, y como lloraba mucho, le apreté el cuello con una cuerda y le di golpes en la cabeza con la piedra del mortero”, reveló sin mostrar remordimiento.

En medio del asombro de los investigadores, dio otra confesión escalofriante: A pesar que estaba muerta, volvió abusar de la menor sobre la mesa de su cocina e indiferente metió el cadáver en un costal negro que escondió bajo su cama, el cual, de rato en rato, la abría para ver los restos.

Así, durante dos días, durmió con el cuerpo inerte, pero el viernes 7 de julio, Fernando pensó en desaparecer la evidencia, cargó el costal y abordó un vehículo hasta el sector de Casablanca, anexo de Casma. En el kilómetro 185 de la carretera Huancayo – Izcuchaca, arrojó el cadáver a una pendiente de 10 metros. Posteriormente abandonó la chompa, medias, colette y zapatos negros de la menor en un riachuelo del pasaje Huancas y Av. Palián. “Aquí, por el árbol, tiré su calzón y chompa”, dijo a la policía y fiscales en el lugar para luego llevarlos hasta donde estaba el cadáver. Ahí, efectivamente, al abrir el costal, encontraron el Guisell sin vida. Tras cometer el crimen buscó ocultarse en la casa de sus padres, pero lo ubicaron por la señal del GPS de su celular. Así fue capturado.

Sus padres Haydé Puente y Edgar Venturo llegaron en plena diligencia y rompieron en llanto exclamando justicia. “Era la más buena, las más engreída, muy estudiosa, por qué tenía que matarla”, repetían. Haydé se desmayó. Y con lógica razón. Un angelito, su angelito, ya no estaba en este mundo. Hoy solo piden justicia y cadena perpetua.

SOLICITAN. Los fiscales Cristina Alfaro, Elver Cerrón y Piter Villaverde pidieron la detención preliminar para atrapar al asesino.