A exteriores de los cementerios, formales e informales, se acomodaron para poder expender las ofrendas y recuerdos que diversas familias dejaron a todos los santos difuntos.
Asimismo, se cerraron calles para poder organizar las ferias de comida. Con permiso de la municipalidad, los comerciantes que se dedican a vender alimentos ofertaron variedades dos días seguidos.
Otro rubro que elevó sus precios y generó movimiento, fue el transporte interprovincial, distrital y privado.