La Contraloría General detectó graves deficiencias en los establecimientos de salud supervisados por la Dirección Regional de Salud de Junín, entre ellos la falta de asistencia del personal médico y una infraestructura insuficiente.

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El informe evidencia que las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (Ipress) carecen de elementos esenciales, como agua caliente, equipos de oxígeno, sistemas de ventilación adecuados y áreas diferenciadas para los pacientes según su edad y sexo. Además, áreas críticas como hospitalización y diagnóstico por imágenes presentan graves deficiencias que no han sido subsanadas.

En el hospital Domingo Olavegoya en Jauja, se constató que varios profesionales de la salud no cumplían con sus horarios de trabajo establecidos, además la ausencia de una programación adecuada de guardias para el personal médico residente en áreas críticas, como ginecología y pediatría, lo que agrava la situación al no contar con un equipo completo.

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Tras evidenciar las deficiencias se recomendó a las autoridades de salud regionales que adopten medidas urgentes para subsanar las observaciones señaladas en ambos informes, con el objetivo de garantizar la adecuada prestación de los servicios de salud en la región.