En las esquinas del Jr. Puno de Huancayo, entre las cuadras seis, siete, ocho y nueve, abundan misteriosos avisos en letras negritas y grandes; apenas a pocos metros de los centros obstétricos de la ciudad. “Retrasos menstruales”, así de breves son los mensajes que se colocan en hojas bond tamaño A4 y debajo está un número de celular. Al llamar a dicho número, una voz femenina responde preguntando “¿Cuál es su urgencia?” “Tengo un retraso”, responde una colaboradora nuestra. En ese instante, la misma voz pregunta “¿Cuántos meses tiene la paciente?” Sí la respuesta era un mes, ella recomienda unas pastillas a S/150 y el aborto se concreta como una menstruación. Si es más, dice que es necesario una intervención que puede costar mínimo S/400. Para más detalles, la mujer cita a nuestra colaboradora en la intersección de los jirones Junín y Puno. “Me llamas cuando estas ahí”, finaliza la mujer.
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