Edwin Oviedo reza al Señor de Muruhuay para librar de sanción a Paolo Guerrero 
Edwin Oviedo reza al Señor de Muruhuay para librar de sanción a Paolo Guerrero 

Se le atribuye hasta los más impensables milagros: curar a desahuciados, unir a familias separadas por el odio, multiplicar bienes, salvar a personas de una muerte segura. Su imagen evoca respeto y amor. Solo él es capaz de reunir ante sus pies a más de un millón de personas.

Bajo el intenso cielo azul, la “Perla de los Andes” es bendecida en mayo por la fe y devoción de los miles de fieles provenientes de todos los rincones del país, y hasta del extranjero, quienes festejan sin descanso y prolongadamente al Señor de Muruhuay, del distrito de Acobamba.

Hasta su santuario en el centro poblado de Muruhuay, ubicado en las faldas del cerro Shalacoto, los visitantes agradecen o piden un milagro a una imagen de Cristo en la cruz, pintada sobre una roca.

SELECCIÓN. Es así que ayer una singular presencia sorprendió a todos. Se trata, nada más y nada menos, que la del presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) Edwin Oviedo quien se declara fiel al Señor de Muruhuay y recuerda que el año pasado también estuvo por Tarma y “le pedí que Perú clasifique al Mundial y lo cumplió”, por eso ahora, a solo horas para saber el fallo de Paolo Guerrero del TAS y saber si podrá estar en Rusia 2018, el chiclayano aseguró que “ahora estoy pidiendo por Paolo Guerrero y nos pueda acompañar con sus goles en el Mundial”.

Tras dar estas breves declaraciones, Oviedo se confundió entre los feligreses para ascender al cerro Shalacoto, que según la historia, el Sr. de Muruhuay apareció grabado en una roca a inicios del siglo XIX. Incluso se cuenta que una epidemia de viruela mató a muchos pobladores de la región, de manera que los enfermos fueron trasladados a Shalacoto y allí encontraron la cura milagrosa.

Igual que el presidente de la FPF, muchos fieles también pidieron que le hagan el milagro a Paolo.

MILAGRO. Desde el 1 mayo hasta el 18 de junio, se congregan peregrinos, turistas y comerciantes para llegar hasta el Señor de Muruhuay.