La concesión del indulto a Alberto Fujimori ha abierto la discusión sobre la soberanía del Perú o la competencia de Corte Interamericana de Derechos Humanos. El indulto, es una gracia presidencial que se otorga de forma humanitaria a un reo condenado por un delito, con el fin de absolverlo de la pena, mas no de su culpabilidad.
El Tribunal Constitucional ha demostrado ser una institución carente de carácter y firmeza para abordar eficazmente el tema del indulto. Su falta de claridad y voluntad ha generado una situación de idas y vueltas entre el juez de primera instancia y el mismo.
El indulto es una prerrogativa presidencial que debe ejercerse con responsabilidad y transparencia y sobre todo soberanía. Es una facultad política y no jurídica. No debemos politizar el derecho, ni judicializar la política. El indulto es una expresión del ejercicio autónomo de la voluntad política interna, libre de injerencias externas. Esta soberanía debe estar respaldada por instituciones sólidas y éticas.
La CIDH solicita que se le niegue el indulto a Fujimori. Es importante destacar que es conocida por contravenir a los intereses nacionales en sus fallos, pero aun dejando eso de lado, este es un tema de naturaleza eminentemente soberana. La comunidad internacional nos observa de cerca en este caso, para asegurar la justicia y respeto al derecho internacional en nuestro país.