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Cuando concurrieron a su escuela por la mañana, los niños de la Institución Educativa N°447 de Bajo Aldea del distrito de Perené, lucían tristes, pues no podían estudiar. Los salones que los albergan a diario estaban sin techos.

Las calaminas y los tijerales que los sostenían habían caído luego del fuerte ventarrón de la tarde el martes.

El presidente de la comunidad nativa de Bajo Aldea, Wilfredo Quinchori Villegas, demandó el apoyo de las autoridades con calaminas, madera para los tijerales y alambres para que puedan reparar los techos para que los niños puedan estudiar.

ATENCIÓN. De otra parte, el director de la institución educativa Ramón Castilla narró que en el momento de los fuertes vientos, las calaminas del techo de las aulas volaron como papel. Además, las puertas se movían de un lado a otro, como si fuera a desprenderse de sus marcos. Felizmente no ocurrió ninguna desgracia con los niños y por el momento evalúan ser reubicados en un local comunal para continuar sus clases.

El meteorólogo del Servicio Nacional de Meterología e Hidrología (Senamhi) Junín, Eusebio Sánchez Páucar indicó que los vientos que se registraron en la Selva Central son los más fuertes hasta el momento con ráfagas de 10 metros por segundo, cuando lo normal es 3 a 4.

Con esta velocidad de vientos es común que se lleven las calaminas de los techos, hasta que puedan llevarse las ramas de los árboles.

El responsable del Programa de Reducción de Vulnerabilidad y Atención de Emergencias, César Canahualpa, indicó que también tiene reportes de daños en algunas instituciones educativas en el distrito de Río Tambo.

EVALÚAN. La municipalidad de Perené concurrió a evaluar para destinar apoyo a fin de rehabilitar las aulas deterioradas.

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