Escrito por Rosario Rodríguez
Los citaron para pagarles y terminaron torturados, atados con sogas a unas sillas. Dos albañiles y un obrero fueron secuestrados por más de 7 horas por una familia evangélica que, dominada por la ira, cortaron parte del miembro viril e introdujeron un paragua en el ano de uno de los trabajadores a los que acusaban de haber abusado sexualmente de 5 niños.
Con la Biblia en la mano, la familia pedía a los secuestrados que confiesen el abuso, mientras los golpeaban con ladrillo y ocasionaban heridas con un cuchillo y desarmador. Los agraviados, que en todo momento negaron el vejamen, suplicaron que los escuchen que averigüen bien, que vayan a la Policía, pero no los escucharon.
Jorge Soto Villanueva (32), Hipólito Lorenzo de la Cruz (34) y Frank Mendoza Palacios (23), fueron retenidos en una casa en San Agustín de Cajas. Frank está grave en el hospital Carrión, tiene hundimiento del cráneo .
Esta terrible historia comenzó la mañana del martes, cuando el maestro de obras Jorge Soto, recibió una llamada de la dueña de la casa ubicada en la calle Huancayo s/n , quien le dice que le pagaría lo que le debe.
“Me dijo que hicimos mal el trabajo y me llevó al cuarto del fondo, allí me golpearon y ataron en una silla. Luego me amenazaron con un cuchillo para que llame a Hipólito y Frank”, contó Luis Soto.
Al rato, llegaron los otros dos trabajadores que también recibieron una dura golpiza y sus gritos se ahogaron en medio de una música encendida a alto volumen.
“Confiesen, ¿quién ha violado a los niños, arrepiéntanse del daño que hicieron”, les gritaban, mostrándoles la Biblia y les hacían orar. Frank Mendoza puso resistencia y llevó la peor parte.
A las 16:40 horas, los secuestrados fueron liberados y los amenazaron de muerte.
A duras penas llegaron a la comisaría para denunciar el hecho. Rápidamente policías de San Agustín de Cajas y personal de la Divincri, detuvieron a Renne Carlos Santana (33), dueña de la casa; su cuñado Marlon Huamán Cotera (30); y su sobrino, Julio Inga Carlos (18) por secuestro y lesiones. Éstos mencionaron que hicieron una misa de sanación.
Al ser interrogados, los intervenidos aceptaron que los golpearon porque dicen que abusaron sexualmente de 5 niños que viven en la casa.
“Ellos violaron a los niños”, decían. Los efectivos de la Divincri y Fiscalía continúan las pesquisas para determinar si los niños fueron abusados y quién sería el presunto agresor.