Aquí las piedras cobran vida. Algunas fueron trasladadas desde las alturas del valle y otras de las orillas de los principales ríos del mismo. Es que a dos cuadras del Psje. Jerusalén en Azapampa (Chilca) en Huancayo, se ubica la casa del maestro andino (laya) Víctor Vilcahuamán (60) quien comenta que le ha tomado nueve años darle vida y formar el ‘Nacimiento del Niño Jesús de piedra’. “La piedras con formas especiales como estas son arquetipos de la vida”, dice Víctor haciendo referencia a que cada pieza fue recogida del valle. En la entrada de su casa yacen las más de 250 pedazos de piedras de múltiples formas como aves, carneros, patos, pájaros, un puma e incluso los reyes magos. En el centro también está una piedra larga de más de 50 centímetros de altura que da forma a San José; a pocos centímetros también la Virgen María que cuida el sueño del Niño Jesús, que esta vez ya nació.
“Las piedras tienen su lugar, ya sea sostenida o encima de otra piedra. El objetivo es enseñar a la población sobre los misterios de los andes. También para que en el aniversario en honor a tayta Niño de Azapampa, la gente pueda conocer y difundir las costumbres de nuestro pueblo. Es un lugar histórico”, mencionó Víctor III, afirmando que es el tercer Víctor de su familia, su papá fue Víctor II y su abuelo Víctor I, dice.