Las 92 internas del penal de Jauja, ya viven la fiesta del mundial Rusia 2018, y para ello se han puesto la camiseta blanquirroja, cushmas y unas polleras para jugar su partido de fútbol, como si fueran los seleccionados de Ricardo Gareca.

Pero no solo se entretienen con el deporte, también se lucieron con la comida, las charapas prepararon “el juane de Trauco”, y las chicas bravas freían “la pollada de Gallese”, “el chicharrón de Guerrero”, que sale acompañada de “la chicha morada de Farfán”. 

Los comensales, muchos de ellos familiares que acudieron a visitarlas, pugnaba por consumir los potajes típicos hechos por las manos de las internas. Y mientras el festival gastronómico seguía, las futboleras se volcaron a la cancha para la clásica pichanguita.

Las hinchas gustan ponerse la camiseta con el número 9 del capitán Paolo Guerrero. Esta vestimenta las transformó, ya que se les veía muy dispuestas a dar la gloria por su equipo.

En la cancha de gras, en el patio del penal del Jauja, las participantes disputaban la pelota de igual a igual. A lo lejos, una menuda delantera se abría paso, entre las mujeres que le doblaban en peso y tamaño. La chata”, como le gritaba la hinchada se transformó en una goleadora y capituló el triunfo de su equipo. 

“Estos goles te los dedico a ti Paolo, yo se que tu nos harás triunfar ante Dinamarca”, gritó Yesi Mirabal. Las barras no se quedaron atrás, las chicas tenían vuvuselas, cachiporras y tambores que resoban hasta fuera del penal. Las internas prometen no perderse ni un solo partido de la selección peruana de fútbol.

EXPONEN. Las internas también vendieron sus productos en la feria de peluches y manualidades.

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