La asunción de Javier Milei como Presidente de la República y Victoria Villarruel como Vicepresidenta en Argentina marca el fin de una era deshonrosa en este país. Fui personalmente invitado a presenciar este hito para Sudamérica y el mundo, todo un privilegio ver el declive de la vieja “kasta” política, simbolizando el fin del kirchnerismo, de la izquierda y el nacimiento de una nueva Argentina.

Milei, el primer economista en su cargo, se distingue por su honestidad, su excepcional conocimiento y liderazgo. Inicia reduciendo los ministerios de 18 a 9. Su plan para sacar a Argentina de la inflación mediante la dolarización refleja una audaz estrategia económica, buscando estabilizar al país y sentar las bases para un crecimiento sostenible.

Victoria Villarruel, abogada de renombre y de familia militar, busca defender la memoria completa de lo que vivió Argentina, desafiando la narrativa manipulada por el Estado y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas y de seguridad, contra las llamadas guerrillas de izquierda, que realmente eran grupos terroristas.

Milei y Villarruel representan la esperanza para los argentinos cansados de la corrupción y la inflación. Juntos han desmantelado a la izquierda corrupta y radical, haciendo eco más allá de sus fronteras, cambiando por completo la estructura geopolítica de la región, y despertando al pueblo con las ideas de la libertad y bajo el rugido de ¡Viva la Libertad Carajo!