Dos horas antes que el sol empiece a alumbrar en el valle del Mantaro, decenas de ganaderos ya se han instalado en el extenso campo, a espaldas del estadio Coto Coto en el distrito de Chilca. Son cientos de vacunos, ovinos que se comercializan hasta las 9 o 10 de la mañana aproximadamente y ello, según estimaciones, generan un movimiento económico de al menos 1 o dos millones de soles, solo en un día. A eso, hay que sumarle la venta de frutas, verduras, prendas de primera y segunda mano, productos repotenciados, carnes de todo tipo y hasta desayunos y almuerzos. En esto se resume la tradicional feria ganadera de Coto Coto, que desde que inició no ha sabido encontrar solución al desorden, basura y manipulación de residuos que hacen la estadía -en algunos sectores- poco agradable.
COSTOS. Las ganancias más grandes la genera la venta de ganado. Decenas de ganaderos y revendedores llegan para la compra y venta de vacunos, ovinos entre otros para ser “ofertados” a los comerciantes de carnes que llevan a los camales de Yerbateros (Lima), Chupaca, Jauja, La Oroya y otros. Los precios por cabeza oscilan en desde 800 hasta mil soles en un becerro. Un vacuno mediano de S/ 2500 a S/3 mil; y un novillo de S/3500 a S/4000. En Holstein los precios aminoran: becerro de S/ 150 a S/ 250; un bovino regular S/ 1200 a S/ 1500, y un vacuno grande de S/ 2200 a S/2500. También hay ganado flaco, que es adquirido para llevar a los centros de engorde de Huachipa, Huaral y Lurín en Lima. Los comprado es llevado en camiones.
VENTAS. Los productos de primera necesidad también se expenden a precio por mayor. La feria “muere” al mediodía.