Luego de una larga etapa de confinamiento, salir a la calle es un ejercicio al que, poco a poco, nos estamos enfrentando. Una rutina que hay que volver a adoptar, después de haber experimentado, en muchos casos, “el síndrome de la cabaña”, que es el temor a salir después de un largo periodo de encierro, explicó la médico de familia del centro de salud Mental Valle del Mantaro, Liz Lazo.
En las provincias de Huancayo y Concepción estos casos llegaron hasta los 9 mil afectados.
La médico mencionó que luego de varios meses de cuarentena debido a la COVID-19, la salud mental de muchas personas se ha visto afectada. Una situación que ha ido pasando por varios periodos, con diversas preocupaciones.
“La primera etapa fue la de la restricción inicial, en que los factores de estrés tenían que ver con una serie de variables como la extensión inicial de la cuarentena, la gran cantidad de información en los medios, la pérdida de nuestras rutinas, las dificultades financieras, la incertidumbre de contar con suministros necesarios, la frustración y el aburrimiento”, detalló Lazo.
Cifras aumentan
Al inicio de la pandemia los dos centros de salud mental registraban 2 mil casos de personas con trastornos que podían derivar en el temor de salir de sus viviendas, sin embargo, conforme avanzó la cuarentena los casos aumentaron mil por cada 30 días.
La especialista también agregó que este periodo se caracterizó por distintos grados de frustraciones y angustias asociadas a la pérdida de contacto con seres queridos, obtener fuentes confiables de información y evitar el contagio de la COVID-19. “Como centro de salud mental hemos estado en contacto con nuestros pacientes en forma virtual, de los casos un 95% ya se encuentra estable y el resto continúa con un tratamiento incluso medicado”, dijo.
Las salidas de las personas pueden ser graduales, como ir a un parque cercano con poca gente.