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Un trabajador natural de Piura y su compañero de Pozuzo, se quedaron en La Oroya sin un sol para subsistir mientras esperan que la empresa para la que trabajaron construyendo un centro educativo, les pague por varias semanas que les deben.
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La situación de ambos es dramática, al punto que han tenido que tocar las puertas de sus colegas para recibir algunos centavos que les permitan aguantar su apremiante situación.
Lo más urgente que necesitan es juntar algo de dinero para regresar a sus lugares de origen, en tanto esperan su pago de siete semanas.
Ellos, como otros, estuvieron en la construcción de la nueva estructura de la IE José Carlos Mariátegui que ejecuta en la ciudad el Gobierno Regional Junín a través del consorcio La Oroya.
El drama de los foráneos
Wilfredo Navarro Yancas, de 51 años, natural de Sullana, con su esposa embarazada Flor de María y su hija, se quedaron sin dinero y comían del apoyo de sus compañeros de trabajo al igual que Eduardo Jara Calero (34), procedente de Pisco. También se quedó sin nada y con su hija de 5 años a la que trajo para que estudie jardín y, al no recibir los seis mil soles que le deben, pidió apoyo para regresar a la selva.
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Ambos trabajadores, parados en el frontis de la municipalidad de La Oroya recibieron el apoyo del alcalde Edson Crisóstomo que les apoyó con dinero para que puedan iniciar el largo viaje de retorno a sus ciudades, pidiendo a los encargados de la obra y del gobierno regional poder pagar a los trabajadores.