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La adrenalina que sienten al subirse a una moto los motiva. Estos agentes de la de ahora forman parte del equipo policial como motopatrulleros de corazón y hacen múltiples números individuales y grupales, a pesar del riesgo. El peligro es mayor para ellos, porque no usan equipo de seguridad, ni siquiera el casco. Solo usan botas, uniforme de tela y nada más. 

Después de dos meses de entrenamiento, 37 mujeres y 11 varones policías de la Región Policial de Junín, concluyeron el Octavo Curso de Motociclismo Policial en el marco del nuevo Código Penal. "Los participantes ya sabían usar motos, solo se les capacitó en el manejo de la acrobacia, además se les instruyó en mecánica básica, manejo a la defensiva y otros", explicó el agente Eddy Galvez, uno de los instructores.

“Al subirse a la moto, se siente uno libre”, expresó.

SHOW. El nuevo grupo acrobático al término del curso dieron un show de piruetas en motos. Con acrobacias y maniobras de alto riesgo, mujeres y varones abordo de sus ‘caballos de acero’ retaban con sus actos a la muerte y entre cada suerte exhortaban a los asistentes no tratar de imitarlos, ya que ellos para dominar a la perfección estás acrobacia deben pasar por muchas horas de entrenamiento. El nuevo escuadrón de motociclistas ejecutaron diferentes suertes como son: la formación en “V”, tradicional en la que los agentes en sus motocicletas forman una punta de flecha. “El compás” el conductor sujeta la moto con una mano y un pie y rota en círculos el ‘caballo de acero’. “El compás adornado”, también se gira la motocicleta, pero con elementos montados en ella, “El Angel” y otros.

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