En vista que el año 2021, sufrimos por la enfermedad del COVID-19, crisis económica, nos quedamos sin trabajo y hasta perdimos al amor, ayer los chamanes y videntes de diversas partes del país se congregaron en el parque Huamanmarca. Allí, realizaron una “limpia” o más conocido como el baño de florecimiento, para que todo nos vaya bien en el 2022.

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El presidente de la República, Pedro Castillo, fue uno de los primeros en ser partícipe de este ritual, ya que su fotografía fue impresa y colocada entre los inciensos, flores amarillas, amuletos, espadas y velas. “Que se vaya todo lo malo, gobierna bien presidente culmina tu mandato”, decían los chamanes, mientras que golpeaban con un manojo de flores y hierbas, la imagen del presidente.

Asimismo, estaba la fotografía de la Selección Peruana de Fútbol, y los chamanes e hinchas pedían que en el 2022, Lapadula y Cueva anoten muchos goles y nos den la alegría de clasificar al Mundial de Qatar.

El gobernador de Junín, Fernando Orihuela Rojas, también recibió los buenos augurios, como el alcalde de Huancayo, Juan Carlos Quispe Ledesma, y los alcaldes de El Tambo y Chilca.

“Aunque la amenaza de la vacancia lo ronda, el presidente Castillo todavía continuará gobernando, hemos hecho este ritual para que le vaya bien”, dijo el vidente Julio de los Santos, que integra a los denominados Apus Incas del Perú, junto a Andrés de los Santos, Manuel de los Santos, Ismael de los Santos, Flor Palo Santo, que dieron las buenas vibras a la multitud que esta necesitada de un mejor porvenir.

En el parque Huamanmarca, decenas de personas formaron filas para participar del mágico ritual, además se llevaron sus velas de color rojo para el amor, verde para el dinero y amarillo para que la buena suerte los acompañe en el año 2022 que empieza hoy con mucha esperanza.

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En el último día del año 2021, la avenida Ferrocarril y los jirones Ica, Piura, Cajamarca y Huancas, lucieron ayer repletos de miles de personas que acudían para realizar las compras de fin de año. La situación era preocupante, ya que la gente se aglomerada en los alrededores de los puestos de venta ambulantes, donde se expendía desde verduras, frutas, ropas, vinos y otros.