Hubo perjuicios. A la altura de las cuadras 15, 16 y 17 de la Av. José Gálvez, en la ciudad de Tarma, el río Huantay nuevamente volvió a desbordarse, afectando terrenos de cultivo así como viviendas.
De acuerdo a los primeros reportes, las aguas turbias y el lodo ingresaron al interior de estos inmuebles, causando severas pérdida materiales.
Algunos vecinos se quejaron de no haber recibido ningún apoyo de parte de las autoridades el día en el que estuvo en la zona el ministro de Trabajo Daniel Maurate.
“Aquí somo adultos mayores, por tanto la ayuda debe llegar sin vacilaciones. No sé que están esperando lo señores de Defensa Civil y otras instancias”, se oyó decir a algunas de las víctimas.
En otros casos las viviendas que ya habían sido afectadas la semana pasada nuevamente fueron perjudicadas.
Y ante la amenaza constante del río, los vecinos estaban alertas, porque parecía inminente un nuevo desborde del afluente, porque la primera vez causó una serie de perjuicios. Al final, las aguas volvieron a salirse de su cauce.
PROBLEMA DE SIEMPRE.Tras este problema, una vez más se pone en tela de juicio el accionar de algunos vecinos que no respetan la faja marginal, y es que no solo han “extendido” sus chacras con dirección al río.
Algunos inmuebles llegan, incluso, al cauce del río, y en el mismo curso del torrente han levantado infraestructura, poniendo en riesgo la integridad familiar.
Aquí, bajo el pretexto de tener escasos recursos, la gente desafía la inminente crecida del río estableciéndose en las márgenes o, lo que es peor, en el lecho.