Escrito por Luis Quispe
Son 23 ollas comunes que se organizaron en Chilca para alimentar a la población de extrema pobreza, los gestores de estas son los mismos ciudadanos que a diario tienen que salir a mendigar verduras, huesos o menudencias en los mercados de Huancayo para preparar el almuerzo que alimenta a un promedio de 40 familias cada una.
Chilca es considerado el tercer distrito más poblado de la región, se tiene un registro de 15 mil personas en extrema pobreza, la mayoría de ellos están ubicados en los sectores de Auquimarca, Echaderos y la zona alta del distrito. En estos últimos la población se dedica al comercio ambulatorio, por el estado de emergencia sus ingresos diarios son nulos.
“Los mayores aguantamos el hambre, pero los niños son los que lloran. Tampoco nos dejan trabajar para buscar comida por eso pedimos ayuda de las autoridades”, manifestó Rosa Aparco, habitante del cerro Fortaleza.
A este grupo de pobladores desamparados se suman los desplazados de la violencia política, que desde el último lunes iniciaron con sus ollas comunes para alimentar a un promedio de 50 integrantes de diferentes asociaciones.
“Salimos de Ayacucho y Huancavelica escapando del terrorismo, nos refugiamos en Huancayo y vivíamos vendiendo chicha, fritanguita o salchipapa, ahora nos vemos obligados a pedir comida en los mercados”, mencionó la señora Priscila Ezquivel Pacheco.
La Gerencia de Desarrollo Social de la Municipalidad Distrital de Chilca, informó que en la actualidad no tiene más presupuesto que el que llegó del Estado para la compra de canastas y, que la ayuda que se pudo brindar a estos lugares se hizo con apoyo de otras instituciones de mayor capacidad presupuestal.
“Por el déficit en captación de ingresos por recaudación y canon, la Gerencia (D.S.) no puede seguir brindando ayuda, incluso este año tendremos que cortar los desayunos para ancianos y el centro odontológico”, dijo la gerente Elizabeth Gómez.