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Josefina Polluco Huamán (62), hace dos meses está postrada en una cama. No puede hacer sus cosas por su propia cuenta. Los médicos la desahuciaron por la incurable enfermedad que padece. Desde entonces su nieta, Ana Cristina (13), es su consuelo.
La menor que dejó el juego se ocupa de asearla y cocinarle, le da sus medicinas y la consuela con una dedicación que conmueve a los vecinos del pasaje Campos en el barrio Chucruz, anexo de Hualahoyo.
La estudiante que cursa el sexto grado de primaria, tiene anotado el horario de los medicamentos y sabe qué medicina debe darle si el dolor es insoportable o cuando no puede realizar sus necesidades fisiológicas. Ana Cristina, prácticamente se ha convertido en una precoz enfermera.
Un triste cuadro
En un canguro y sobre el velador, la menor tiene las pastillas, jarabes y suero que debe dar a su abuelita que ya no camina. La niña hace más de dos años perdió a su madre Carmen, tras un fortuito accidente y desde entonces Josefina la cuidó, trabajaba en la chacra para darle educación y alimentos.
Ana Cristina tiene fe en que su mamita se recupere pronto, por eso es que no desmaya en ese afán.
El inspector del barrio Chucruz, Sergio Quispe, pidió ayuda para Josefina quien no cuenta con recursos económicos y es natural de Huancavelica.
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