Cientos de agricultores lanzaron piedras y botellas a efectivos policiales en la vía Colectora y sus calles aledañas y desataron el caos en medio de el distrito de Amarilis.
Los enardecidos manifestantes hicieron retroceder al contingente policial casi 300 metros quienes se vieron obligados a lanzar bombas lacrimógenas para repeler el violento ataque de los manifestantes.