Asesinato a sangre fría porpresunto móvil pasional

Cuatro heridos de bala, un muerto, armados, marcas, asaltantes, es el reflejo de la inseguridad a la que estamos expuestos en Ica. Solo el último fin de semana una racha delictiva ha causado zozobra al dejar varios heridos de bala en los distritos de Santiago y Parcona.

De todos estos hechos, el homicidio al conocido médico Marcial Wilmar Bernaola Peña (73), la madrugada de ayer, en la modalidad de sicariato, fue lo que causó mayor consternación.

El galeno era director de EsSalud en la provincia de Chincha y, como cada madrugada, salía con destino a su centro de labores. A las 03:53 de la madrugada de ayer, el médico salía de su casa, en la primera etapa de Fonavi La Angostura - Subtanjalla, y, cuando subía al taxi que lo esperaba, un tipo de camisa a cuadros con el rostro cubierto con un casco oscuro se aproximó en una moto lineal y le disparó en la cabeza. Para asegurarse, el asesino descendió de la moto y descargó otros dos disparos contra su víctima y escapó.

El taxista quedó pasmado y no pudo reaccionar. Tras lo ocurrido, dio aviso a sus compañeros y a la policía por su radio base.

Una cámara de vídeo vigilancia, instalada en la misma casa del médico, registró el asesinato. En el vídeo se ve que el asesino esperaba a su víctima y merodeaba por el lugar para ultimarlo.

Tres impactos de bala acabaron con la vida de Bernaola Peña, quien laboró en Ica y Chincha. Ocupó el cargo de gerente de EsSalud y fue decano de la Facultad de Medicina de la UNICA en los años 1090-1993.

El profesional de la salud, con gran trayectoria, no era víctima de extorsión ni amenazas. Nunca presentó denuncias similares, por lo que su homicidio causó extrañes entre los vecinos y familiares.

Trascendió que el fallecido tenía dos compromisos. Con su primera pareja tuvo cinco hijos, pero nunca se casó, y con su segunda pareja y esposa, tenía tres hijos.

Sus hijos del primer compromiso también son médicos y señalaron a la policía que se trataría de un asesinato por encargo, bajo el móvil pasional.

A ello se suman las versiones de miembros de la familia que contaron a la policía que, días atrás, el médico se había enterado de la relación que mantenía su esposa Rosario Elvira Ferreyra de Bernaola (32) con otro hombre de su edad. Esto al parecer habría sido el motivo para que decida quitarle algunas propiedades y bienes, y coincidentemente días después fue asesinado.

La policía investiga el caso bajo la modalidad de sicariato con móvil pasional.

Todo indicaría que el asesinato por encargo beneficiaría a su viuda. Las propiedades que posee el médico son inmuebles en diferentes lugares, como la casa donde durmió su última noche: una amoblada vivienda de cuatro pisos, que comprendía incluso cámaras de videovigilancia y departamentos en alquiler.

Por su parte, la policía -en conferencia de prensa la mañana de ayer- dio a conocer que el chofer del taxi, Félix Emilio Salazar Ravello (28), quedó en calidad de intervenido en la medida de investigación preliminar. Se le practicó la prueba de absorción atómica y fue sometido a un interrogatorio para descartar vínculos. Se supo que ayer en horas de la tarde fue absuelto al no hallarse nexos con lo ocurrido.

OTROS CASOS

Afortunadamente la vivienda tenía cámaras de videovigilancia y el hecho ha sido registrado. Las imágenes revelan que los esposos Víctor Ascencio Espino (34) y Deysi Juliana Espino Medina (32) venían en su auto de placa C7T-502. Habían retirado 19 mil soles del BBVA Continental en la Av. San Martín y en el km 318 de la Panamericana Sur se detuvieron. Eran seguidos por un auto polarizado que se estacionó delante de ellos. Dos hombres armados, con gorros y el rostro cubierto, descendieron y los amenazaron para entregar el dinero.

La imágenes revelan que Deysi Espino se resiste y forcejea con uno de los ladrones que la jalonea para apoderarse de la cartera que contenía el dinero, mientras su esposo era amenazado con un arma en la cabeza por el otro cómplice.

Ante los gritos, uno de sus hijos menores W. M. A. E. (15) sale e interviene sin dudar. Se lanza contra uno de los marcas que tenía a su padre y ambos caen, pero en la pelea el menor logra revelar el rostro del hampón, por lo que este dispara contra ellos.

Los marcas con arma y dinero en mano ven a los tres reducidos en el suelo, sangrando, y corren al auto que los esperaba para darse a la fuga.

En Parcona, Paúl Quispe Aroní (32) salvó de morir tras los cinco impactos de bala que recibió la tarde del domingo. Aún no se ha identificado a su atacante.

Es saltante la preocupación de la población que exige el funcionamiento del tan prometido proyecto de las cámaras de videovogilancia, que hasta la fecha el Gobierno Regional no ha entregada en su totalidad a la Policía para contrarrestar la delincuencia.