Un extensa humareda se veía en las inmediaciones del balneario de la Huacachina, el último domingo. Tres días después se descubrió el grave atentado ecológico en la desaparecida laguna de Orovilca.

El representante del grupo ambientalista Grupo Oasis, Francisco Massa comentó que leñadores y traficantes dedicados a la elaboración del carbón habrían intentado quemar los huarangos pero los vientos de los últimos hizo que el fuego se extendiera en el bosque.

El bosque de huarangos, palmeras y otras especies nativas se redujeron a cenizas en pocas horas.

Descuido del Gobierno Regional de Ica

Massa aseguró que el Gobierno Regional de Ica era el responsable de proteger con los llamados guardaparques este espacio que tiene un área de hasta cinco hectáreas.

“El Área de Conservación de la Huacachina que está bajo la administración del Gobierno Regional tiene a su cargo, además del espejo de agua cinco mil hectáreas y dentro de ella está Orovilca y por lo tanto era un área intangible que necesita toda la protección”, aseguró Massa.

El ambientalista aseguró que el daño es irreversible y ve poco probable que el santuario ecológico vuelva a reverdecer. “Hubo negligencia del Gobierno Regional en no proteger esta área. Es una grave irresponsabilidad”, dijo.

Entre las especies afectadas se encuentran el huarango, palo verde, toñuz y palmeras datileras, entre otras especies forestales y de fauna silvestre

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