Eran las once de la mañana de ayer, cuando tres disparos alarmarían a los vecinos de la calle Los Laureles del barrio conocido como La Esperanza, en la provincia de Pisco, donde un sujeto dispararía sin importar la presencia de menores y animales en la zona.
Hechos
Muchas personas que se encontraban en la calle, buscarían de inmediato refugio en sus domicilios por el temor que algún disparo de los escuchados pudiera alcanzarles y producirles una herida, quedando la calle en absoluto silencio por varios minutos.
Solo el aullido de una indefensa mascota rompería el silencio después de los disparos, una de las balas rozó la pierna izquierda de este indefenso can, quien sería auxiliado por uno de los vecinos que curaría su herida y lo vendaría tras el suceso.
“Ni las mascotas están libres de las balas asesinas en Pisco, donde la población vive atemorizada ante cualquier enfrentamiento o balacera provocada por los delincuentes que siembran el terror en plena luz del día. Esta vez le toco a un perrito”, dijo el propietario de la mascota herida.
Aunque en la provincia pisqueña existe una central de videovigilancia, desde su puesta en funcionamiento los actos delincuenciales no han disminuido; muy por el contrario, estas aumentaron.
Se desconoce las causas de los disparos y no se descarta que tras cometer un robo, huían del lugar.
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