Chincha: Familias persisten en celebrar reuniones pese a emergencia sanitaria

En el distrito de Sunampe, en lo que va de este año, se han registrado 736 casos entre confirmados, sospechosos y probables de coronavirus. No todos lograron superar la letal infección. Pero las cifras parecen no importan a muchas familias de esa localidad, que persisten en continuar con las celebraciones de cumpleaños, bautismo, matrimonio y demás eventos que generan aglomeración.

Ayer la policía, subprefectura y con apoyo de los serenos de esa jurisdicción volvieron a realizar operativos contra estas reuniones. El resultado sigue siendo el mismo; las fiestas no paran en Sunampe. Es el caso de la celebración que realizaban un grupo de jóvenes en el centro poblado San Martín. Todos al verse sorprendidos con la llegada de las autoridades tuvieron que retornar a sus casas.

Más infractores

Y no solo son los adolescentes quienes incurren en las faltas a la emergencia sanitaria. También se encontró a un grupo de personas en el festejo de un casamiento. A los novios y los invitados que seguían compartiendo bebidas alcohólicas se les solicitó detener la reunión. Solo con la intervención se puso fin a esta actividad social en la que la mascarilla se usaba como adorno entre el cuello y mentón y en el peor de los casos en el bolsillo del pantalón.

Además de matrimonio, se evidencio la presencia de personas en bautismo y celebración de cumpleaños. El escenario era similar al anterior. Los asistentes no seguían los lineamientos de prevención para mitigar el contagio de coronavirus. Si bien la provincia de Chincha ya no se encuentra en nivel de alto riesgo, estas acciones de la población podrían generar que la situación de la pandemia vuelva agravarse en esa ciudad.

La conducta que reta al virus no es propia de los sunampinos en los demás distritos también hay quejas de los vecinos sobre la celebración con música alta, y escándalos que desatan estas reuniones. La otra cara de la moneda son las 13 personas a las que les falta la capacidad para respirar por la invasión del virus, que ha llevado a cinco de ellos a estar conectados a un ventilador mecánico para librar batalla por salvar su vida.