La declaración de Javier Ávalos Cartagena, exsubgerente de Transporte y Seguridad Vial de la Municipalidad Provincial de Chincha, siguen generando sombra en la gestión del exalcalde Armando Huamán Tasayco. Esta persona es señalada, directamente, de recibir cada semana la suma de 2 mil soles, proveniente de acciones irregulares que se cometían en esta área. Otra cantidad similar era para un oficial de la PNP que ocupó el cargo de comisario de Chincha.
Declaraciones
Ávalos acaba de decir ante la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada Contra la Criminalidad Organizada de Ica y Cañete que acudía al restaurante Bugalú (de propiedad de la familia Huamán), no para comer, sino para atender las exigencias del entonces burgomaestre. Específicamente, era dinero. La cuota, el sobre o la bolsa, era llevada para Armando, a quien denominaban como el “uno”.
El exalcalde -según la declaración de Ávalos- atendía en un ambiente de esteras a la que llamaba oficina, ubicada al fondo del inmueble del restaurante. Dijo que primero acudía los viernes pero como encontraba a regidores, y algunos funcionarios, optó por ir los domingos. Ese día llegaba después de ser contactado por Armando Huamán para dejar el “sobre” que contenía los 2 mil soles, menciona el exfuncionario.
Este dinero se entregaba todas las semanas y provenían de fuentes como la liberación irregular de los vehículos que eran internados en el Depósito Municipal. Es decir que se requerían pagos por debajo de la mesa a los choferes infractores y lo que se reunía era para completar la famosa “bolsa”, que no tenía como destino las arcas municipales, sino el bolsillo de una persona; el uno.
Con lo declarado por el exfuncionario ha saltado a la luz el nombre de un comandante de la Policía Nacional, que laboraba en Chincha. Se trata de Alex Escalante, quien también habría recibido el dinero que salía de acciones irregulares, que se cometían en la Subgerencia de Transporte y Seguridad Vial.
Javier Ávalos señala a la fiscal “la plata que se recaudaba se dividía en dos sobres. Eran los dos mil soles que se daban semanal para el alcalde (Huamán) y los dos mil soles que era para comandante”. Menciona que este pago era para que el oficial “en los operativos que hacíamos diario puedan mandarnos efectivos de tránsito para que nos apoye en las intervenciones”.
Revela que de manera personal acudía todos los viernes por la noche a la casa del policía “cruzaba con el sobre y se lo entregaba”, afirma en su declaración ante la fiscalía.
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