Avanza el desmontaje de la cúpula del templo de Luren

El proceso de reconstrucción del templo de Luren continúa “sin prisa y sin pausa” en dos frentes. Una en el lado de lo que fue la cúpula, que es la parte donde se juntan las tres naves del templo, y fue realizado por un moreno de ojos verdes desconocido llamado Andrés Eslaba, quien se encargó de colocar las colchas de fierro en toda la cúpula.

Luego de haber culminado su trabajo desapareció, sin cobrar ni dejar rastro alguno.

Dicho trabajo con detalles de arquitectura de estilo románico fue dañado por el terremoto de 2007 y luego de 71 años se viene haciendo un trabajo metódico, desmontando esta parte con cuidado y delicadeza.

Se puede apreciar cómo se reconstruyó el templo después del incendio del 23 de junio de 1918. Se aprecia que hay una estructura metálica, luego una malla metálica y finalmente un vaciado de concreto, precisamente este material se viene desmontando con cuidado, ya que, conforme el acuerdo con el Ministerio de Cultura, esa parte del templo es un legado histórico y lugar santo.

El gerente de proyecto, Ricardo Otiniano, dijo que se tiene que respetar el lugar porque es una reliquia y el trabajo de demolición será muy meticuloso para finalmente reconstruirlo con una nueva estructura de concreto armado.

Concluido el desmontaje de toda la cúpula y techo de la parte del altar con maquinaria pesada, se procederá a demoler los muros, recoger el desmonte para iniciar con el cavado de los cimientos y construcción.

De la parte del altar mayor se ha recogido todas la evidencias de detalles arquitectónicos y se procedió a su recuperación para reproducirlo con personal especializado y equipos modernos para luego colocarlo en la nueva edificación.

En el otro frente de trabajo, se viene realizando la construcción de lo que será la futura torre principal de la iglesia. Desde la calles aledañas se puede apreciar la altura del muro. También se puede apreciar una parte del muro de lo que será la pared lateral izquierda de la nave principal.

ampliación. El nuevo templo será ampliado en cuatro metros a cada lado, para dar mayor capacidad a los feligreses en épocas de fiesta.

En la nueva infraestructura solo se viene utilizando un concreto tipo 280, cuando toda edificación normal tiene el concreto tipo 210. Los cimientos de la torre tienen una profundidad de 3 metros y todo el cimiento una vez desencofrado es pintado con una pintura especial para evitar que la humedad ataque al concreto y los fierros, y tenga una duración de muchos años sin que se afecte el salitre.

El ingeniero residente de la obra, Jesús Ferreyra Paredes, dijo que el avance de la obra está en un 7.4%. Se está avanzando con la construcción de los muros perimetrales y prosigue con el desmontaje de la cúpula, el mismo que debe finalizar el 20 de enero para luego iniciar con la construcción del transepto.

Cinco meses durará la construcción de la parte estructural del templo.

Se ha iniciado con la demolición de los pórticos de las calles Nasca y Piura. En otra fecha se realizará el mismo trabajo en la calle Ayacucho.