El estadio municipal de Vista Alegre fue el lugar donde se evidenció la violencia entre barristas de los equipos de fútbol Micaela Bastidas y Nueva Villa, durante el partido que se jugó en la quinta fecha de la Copa Perú, etapa distrital en el que ambos empataron 0 – 0.
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Increíblemente la riña se inició en la cancha de fútbol donde los jugadores antideportivamente comenzaron a jalonearse para continuar con los golpes, a lo que el árbitro del partido procedió a poner tarjetas rojas y expulsarlos automáticamente.
Sin embargo, el pleito no paró ahí, ya que dos sujetos que formaban parte de las barras de los equipos, se treparon por las rejas intentando ingresar, generándose así mayor caos y violencia, aventando incluso botellas y objetos al campo de juego.
Los efectivos policiales intentaron controlar el conflicto, pero eran superados en número por los barristas y jugadores que perdieron los papeles y dieron un lamentable espectáculo en un partido que se suponía debía ser tomado con profesionalismo.
Finalmente, tanto los árbitros como la PNP y el serenazgo de Vista Alegre procedieron a retirarse del lugar.