Luis, el menor de la familia Almeyda Uribe, murió ahogado en una poza de oxidación que pertenece a una empresa privada. El niño de 3 años estaba acompañando a su madre que había salido al campo para recoger leña.
Ambos caminaban por terrenos agrícolas del centro poblado Santa Teresa de Chincha Baja y, según las investigaciones de la policía, el menor se separó por unos segundos de su madre y, al recorrer por la poza, se resbaló. La madre, al percatarse de la ausencia del niño, trató de socorrerlo y con ayuda de dos jóvenes retiraron el cuerpo de Luis de la poza. Pese al esfuerzo desprendido por la familia, el menor dejó de existir.
Los vecinos han advertido que la poza no tiene un cerco de seguridad que pudo haber evitado que el niño se acerque hacia esa zona. Esta continúa descubierta y sigue siendo un peligro mortal.