Salvavidas inician trabajos en las playas para resguardo de bañistas

Durante toda la temporada de Verano, el personal de la Unidad de Salvataje de la Policía Nacional del Perú resguardará las playas de los distritos de Grocio Prado, Tambo de Mora y Chincha Baja. Los 23 salvavidas iniciaron su trabajo en los balnearios más concurridos por la población (Las Totoritas, El Silencio y Las Violetas) y en los siguientes días se desplazaran más efectivos para coberturar en su totalidad los demás escenarios que frecuentan los veraneantes.

En el caso de Grocio Prado, el SOT PNP Ricardo Zamora Salazar está a cargo de 16 suboficiales entrenados para búsqueda y rescate en el mar. El trabajo que se despliega en esta jurisdicción demanda la vigilancia de miles de bañistas que acuden en su mayoría a Las Totoritas. A los más osados los salvavidas exhortan a no concurrir es a Cocombo y Francia, pues se trata de balnearios distantes a la zona de resguardo.

En las playas Lurinchincha (Chincha Baja) y Las Violetas (Tambo de Mora) se encuentra un grupo policial integrado por siete suboficiales, quienes inician la vigilancia del mar desde las 9:00 horas hasta las 18:00 horas. En estas dos zonas hay arrastre de corriente marina y animales que suelen atacar a los bañistas cuando el agua muestra cierta turbidez. Para ello, también están preparados los rescatistas.

Asimismo, la policía se encuentra en trabajo de orientación a los bañistas, pues en las temporadas pasadas se observaba el descuido de muchos de ellos, quienes ingresaban al mar tras haber injerido alcohol sin medir que no solo ponían en riesgo su vida, sino también la de los salvavidas, que al intentar rescatar a los irresponsables veraneantes se veían arrastrados por la corriente, hasta más de 200 metros alejados de la orilla del mar.

Una de las recomendaciones primordiales de la Unidad de Salvataje, para evitar la muerte por ahogamiento en esta temporada de Verano, es no acudir a las playas que no tienen salvavidas, porque al presentarse una emergencia no podrían ser rescatados a tiempo, como lo sucedido en el 2013 con un niño que al estar bañándose alejado de la playa El Silencio sucumbió por las olas, sin que sus familiares puedan salvarlo de este mortal arrastre.