Así operaba la organización criminal “La Alianza del Valle”
Así operaba la organización criminal “La Alianza del Valle”

En . Durante ocho meses, los agentes encubiertos de la Policía siguieron de cerca a los integrantes de la organización criminal “La Alianza del Valle”, corroborando así la coordinación entre los cabecillas y el resto de la gavilla sobre el cobro de cupos, la venta de droga y robos a mano armada.

La videovigilancia, intercepectaciones telefónicas y declaraciones de colaboradores eficaces confirmaron que este grupo estaba constituido de forma piramidal y cada integrante cumplía una función determinada, ello con el fin de llenarse los bolsillos con dinero mal habido.

Debido a que más de la mitad los detenidos el último jueves son mujeres, se conoció que ellas no solo se encargaban de administrar el dinero, también trasladaban armas de fuego y droga para ser utilizada en hechos delictivos (robos y extorsiones), así como distribuidos en diversos puntos de la provincia de Ascope.

PARTICIPACIÓN. Con apenas la mayoría de edad, Amanda Janira Moncada Sánchez fue captada el pasado 10 de mayo pasada a las 8:00 p.m. cuando llegó a la Plaza de Armas del distrito de Chocope y le entregó una bolsa a uno de los integrantes de “La Alianza del Valle”.

“Se tuvo acceso a lo entregado, advirtiéndose que en el interior de la bolsa plástica de color negra (sic) habían tres cartuchos de dinamita que iban a ser destinados para tres personas con sus respectivas cartas extorsivas”, se lee en la carpeta fiscal.

Asimismo, se conoció que la muchacha acudió a dejar el “encargo” por orden del lugarteniente de la organización, Fran Anthony Aniceto Hipólito, alias “Frank o Vago”.

Aunque estaba internado en el penal El Milagro, el lugarteniente le ordenó a uno de los integrantes que acuda hasta una transitada avenida en el distrito de La Esperanza, donde una mujer le entregaría 100 gramos de PBC, el cual trasladaría a Ascope.

Es así que a las 5:50 p.m. del 27 de mayo logran observar la ilegal transacción.

“Se observó que el integrante de la organización criminal saca su billetera, que se encontraba en su mochila y le entrega dinero; ante esto la mujer recibe el dinero lo dobla y lo mantiene en su mano izquierda junto a su celular. Luego, en actitud vigilante, mete la mano derecha a su busto izquierdo, donde se observa que saca una bolsa plástica transparente y le entrega para luego ambos retirarse del lugar”, se detalla en el documento.

TRÁFICO DE DROGAS. A fin de pasar desapercibidas, uno de los cabecillas de la organización, Jim Cristhian Huaccha de los Santos, alias “Jim”, se comunica telefónica desde su celda en el penal El Milagro y ordena a uno de los integrantes que acuda a recoger Pasta Básica de Cocaína.

Al advertir esta nueva entrega de droga, los agentes de inteligencia se ha trasladado hasta la Plaza de Armas del distrito de Paiján para confirmar dicha información.

“En el ugar de entrega se apersonó una mujer, dirigiéndose hasta donde se encontraba el integrante de la organización criminal, a quien le entregó un empaque de cartón. para luego retirarse corriendo en dirección a la Panamericana Norte, donde abordó una mototaxi. De la misma forma, alrededor de la Plaza de Armas se advirtió que caminaban dos personas en actitud sospechosa, quienes al momento de la entrega corrieron en la misma dirección de la mujer, denotando que estos estaban cuidando que todo salga bien”, se refiere en la carpeta fiscal.

Tras el trabajo de inteligencia, se identificó a la mujer como

Graciela Lisbeth Aniceto Hipólito, alias “Lisbeth”, quien es hermana del lugarteniente de la banda.

De igual manera, se interceptó una comunicación telefónica.

“Lisbeth: le dice que su hermano quiere una ‘maquina’; Willy: le responde que tiene una a 750, puro fierro; Lisbeth: le dice voy a decir a mi hermano”.

DROGA AL PENAL. De acuerdo con las pesquisas de inteligencia policial y Fiscalía, se tiene conocimiento que “Lisbeth” se encargaba de distribuir la droga entre los integrantes que se encuentran en el penal El Milagro.

En una de estas “pasadas”, la joven sufrió un accidente, al no poder sacar el paquete que había escondido en el recto, lo cual la llevó a ser intervenida de emergencia.

El 3 de junio “Lisbeth” se comunica con “Jota”.

“Lisbeth”: le dice que no podía botar, le dice que ya tomó purgante, mandarina y naranja.

Al día siguiente, “Jota” llama a Lisbeth y le ofrece mandarle dinero.

Al empeorarse su salud, la tarde del mismo día el hermano de “Lisbeth” se comunica con ella, diálogo en el que intervendría su madre.

“Lisbeth”: (modula su madre) le dice que su hermana se va a morir, te paso al doctor.

Doctor: le dice que tiene endurecido el recto.

Hombre no identificado: le pregunta a Lisbeth si el doctor sabía que tenía adentro.

Y Lisbeth le respondió que no sabe.

El Hombre no identificado le dice que si se dan cuenta de lo que ella tiene, se va en “cana” (cárcel).

INTERVENCIÓN. Ante la delicada situación, se conoció que la tarde del 4 de junio, Graciela Lisbeth Aniceto Hipólito ingresó de emergencia a una clínica ubicada en el centro histórico de la ciudad para ser operada de emergencia.

Según la investigación que se registra en la carpeta fiscal, a las 4:30 p.m., “Lisbeth” es intervenida a consecuencia de un trauma anal y se retiró a las 11:50 pm., del mismo día.

Lo que llama la atención de las autoridades es que la paciente refirió consumir drogas y tras se intervenida se extrajo un el cuerpo extraño (25 cm. x 5 cm), el cual, lejos de enviarlo para que se realicen los análisis correspondientes, le entregó a la madre de la joven.

Al respecto, el fiscal a cargo de la investigación indicó que será citado en los próximos días.

“La participación del médico ha sido ocasional y con fines de la organización porque no ha puesto en conocimiento de la Policía, no pasó patología. Nosotros vamos a citarlo para que esclarezca los hechos y posiblemente vamos a comprenderlo dentro de la investigación”, indicó el representante del Ministerio Público. 

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