Comerciantes se resisten al cierre de La Hermelinda
Comerciantes se resisten al cierre de La Hermelinda

El anunciado cierre del mercado , hecho por el alcalde provincial Daniel Marcelo, ha originado una serie de críticas de sus comerciantes. Ellos han advertido al burgomaestre que no permitirán la clausura de sus puestos y lo defenderán hasta las últimas instancias.

REALIDAD

Este centro de abastos, fundado en 1987, ocupa un área de 101 mil 400 metros cuadrados, lo que lo convierte en uno de los más grandes del país. Desde ahí se distribuyen frutas, verduras, tubérculos, abarrotes, entre otros productos, a los departamentos de Piura, Lambayeque, Áncash, Tumbes, Lima y San Martín. También se comercializa a la mayoría de mercados de la región y a varios supermercados instalados en Trujillo.

El crecimiento y expansión que ha tenido este mercado ha hecho que el hampa fije su mirada en ese lugar y se instale en su interior. Ahora, los comerciantes y usuarios que visitan este establecimiento conviven a diario con los altos niveles de inseguridad y violencia que trajo consigo la instalación de bares clandestinos.

Los desperdicios que se arrojan en sus alrededores, además, lo han convertido en un foco infeccioso.

Esto, según el alcalde de Trujillo, serían motivos suficientes para, la próxima semana, cerrar el 60% del establecimiento. Ello, pese a que, según cifras de los mismos comerciantes, el cierre total originaría pérdidas de hasta S/ 10 millones por día.

MEDIDAS

La Hermelinda concentra a 2,500 comerciantes formales (1,375 de ellos asociados) y más de mil vendedores ambulantes instalados en las zonas administrativas, de descarga y avenidas principales.

La gran aglomeración de comerciantes, tanto formales como informales, además del ingreso de carretillas, motocicletas y vehículos hace que los pasadizos permanezcan obstruidos todo el día. Además, hay falta de señalizaciones y la mayoría de negocios no cuentan con extintores.

Abel Gerónimo Carranza, socio fundador de La Hermelinda y actual vendedor de frutas, calificó el anuncio de Daniel Marcelo como una “amenaza” y advirtió que no dejarán que clausuren sus puestos.

“Nos vamos a tener que defender, porque la mayor parte de comerciantes trabajamos con los bancos y tenemos préstamos. Vamos a defender nuestros puestos y no vamos a permitir que se cierren. No entiendo por qué el capricho y la soberbia del alcalde de creerse dueño de la ciudad”, señaló.

También aseguró que pedirán una reunión con el burgomaestre para solicitarle que desista de su intención. De no prosperar esto, agregó, acudirán al Poder Judicial.

“Vamos a solicitar una reunión con el alcalde para que no emita resoluciones abusivas. Si así lo hace, nos obligaría a presentar la acción de amparo para que el alcalde tenga que retroceder y analizar lo que está haciendo”, indicó.

INFORMALES

Elver Ibáñez Caballero, coordinador del sector abarrotes y excoordinador general del mercado, dijo no creer en el anunciado cierre porque, aseguró, “el alcalde primero tiene que venir a conversar con la directiva”.

Él reconoció que sí se necesita ordenar a los vendedores, pero dijo que el principal problema que afrontan es el incremento de los comerciantes informales, a quienes culpan de arrojar sus desperdicios en los alrededores.

“Hay dos empresas que pagamos en el mercado para que recojan la basura y lo llevan al botadero, pero los ambulantes cuando se van no recogen sus desperdicios. Nosotros no los recogemos porque, en todo caso, tendría que hacerlo la Municipalidad de Trujillo”, manifestó.

Pablo Huamán, expresidente de la junta de comerciantes de La Hermelinda, en tanto, responsabilizó del arrojo de desperdicios en las calles a los vendedores que se han instalado en los mercados Progreso, Libertad, El Dorado, Portada La Hermelinda y Los Corralones, todos contiguos al centro de abastos.

Aseguró que ellos, a diferencia de La Hermelinda, no han contratado ningún servicio de recojo de desechos. “Siempre nos fiscalizan a nosotros y a ellos no. Ellos no tienen ni licencia ni nada y no los molestan”, expresó.

Los dirigentes de este centro de abastos coincidieron en que los informales serían los causantes de la mayoría de males que afronta el establecimiento. Por ello, pidieron a las autoridades municipales que los erradiquen.

El alcalde vecinal de Mampuesto, Gerardo Reyes, por su parte, saludó el posible cierre del mercado porque, aseguró, es “tierra de nadie”. Él reveló que, en enero del 2019, solicitó a la comuna de Trujillo que se erradique a los bares clandestinos y se mejore el tránsito en esa zona, que también es un “caos”.