Imagen
Imagen

En los últimos años el crecimiento económico de Trujillo y esa circulación de dinero plasmada en consumismo por doquier ha venido con el advenimiento de grupos especiales de élite. No son grupos cualquiera, estos se mueven entre artificios claramente reconocibles: rápida prosperidad económica, autos de lujo y propiedades ostentosas, fiestas con chicos y chicas top.

En varios de los casos estos grupitos de élite, como los llamo, están integrados por los nuevos ricos. Pero también están allí aquellos cuyos apellidos de abolengo o tradición trujillana hacen referencia a tiempos pasados mejores y presente dudoso.

Ellos viven en la zona residencial y exclusiva de la ciudad. Son vecinos. Tienen empresas de distinta índole, aunque generalmente -según dicta la moda- dedicadas al rubro de la construcción.

Estos grupos, esta ‘gentita’ de Trujillo, hoy está inquieta, tensa, preocupada. Y no es para menos. La sombra del lavado de activos se cierne sobre ellos, y las autoridades ya les pusieron no solamente el ojo.

Esta semana un grupo de agentes de la Dirandro dio un golpe que quizás varios en Trujillo esperaban que se dé desde hace tiempo. Llegaron para incautar unas 250 propiedades de seis personas investigadas por presunto lavado de activos derivado del tráfico ilícito de drogas. Y llegaron junto a la procuradora antidrogas Sonia Medina.

Lo curioso es que esto se da apenas unas semanas después de que el trujillano Brian Camps, el sindicado ‘cajero’ de Gerald Oropeza, fuera detenido en Italia y ahora se aliste su extradición. Briam Camps, para mayores sorpresas, es sobrino -aunque lejano- de Marco Benavides, uno de los principales investigados de este caso por el que la Dirandro ha llegado a Trujillo.

Y por eso esta ‘gentita’ trujillana está consternada. Desde siempre se ha sospechado de la presencia latente del dinero negro, camuflado dentro de esta prosperidad trujillana de los últimos años, pero esta vez las autoridades están empeñadas en demostrarlo. Y está bien que así sea. Porque una sombra de impunidad también se ha impuesto estos años, de acuerdo a lo dicho por la misma procuradora antidrogas. Es esa impunidad nacida del poder que suele tener el dinero mal habido.