En medio de un hondo pesar, los padres y demás familiares de los hermanitos Niver (3) y Josué (5) que fueron asesinados y enterrados en las faldas de un cerro, en el sector de Alto Trujillo, velan sus restos en su humilde vivienda.
Los deudos aún no han hallado resignación por esta enorme pérdida y exigen justicia y que el adolescente G.L.G. (16), confeso asesino, le caiga todo el peso de la ley.
Como se ha informado, el último martes el aludido adolescente llevó a los hermanitos con engaños hasta un paraje alejado en uno de los cerros aledaños al sector de Alto Trujillo y por razones que aún son materia de investigación los asesinó y luego enterró.
Aunque en un primero momento el menor dijo que actuó en complicidad con otros dos sujetos, ayer durante la reconstrucción de los hechos cambió de versión y dijo que actuó solo.
La Policía maneja dos hipótesis: la primera que el doble crimen fue por una venganza porque presuntamente los padres de los niños le debían dinero al adolescente y la segunda teoría es que hubo una disputa por terrenos entre los padres de los niños y el adolescente. Por ahora todo está en investigación.