Leonardo Sánchez, originario de la ciudad de Cajamarca, lleva 50 años dedicado a la vida circense junto a su familia (esposa, hijos y nietos), un total de 15 personas viven bajo la carpa del llamado "Espectacular Circo Acapulco" y hoy les toca vivir una de las peores pesadillas a causa de la inmovilización social obligatoria dictaminada por el Gobierno para contrarrestar el coronavirus. 

Como Leonardo comenta “hubo días buenos, malos, lluvias y fuertes vientos que tumbaron la carpa y siempre pudimos levantarnos; pero ahora no podemos movernos, no podemos trabajar, no podemos salir y los niños son los que sufren”.

Hoy en día esta familia es vulnerable no solo a contraer el , sino también a distintas enfermedades.

Cuando la familia Sánchez desarmó la carpa del Circo Acapulco y se preparaban para llevar alegría y sonrisas a otra localidad, recibieron la noticia de la inmovilización obligatoria que paralizó a todo el territorio peruano, quedando ellos varados en la localidad de Cartavio. Llevan ya 19 días sin realizar una función, es decir sin trabajar, sin poder ganar dinero para solventar gastos de primera necesidad como alimento y salud. Por ahora, valiéndose del gesto humanitario que algunos vecinos aledaños realizan entregando un donativo de alimento y ropa, es como la familia Sánchez trata de subsistir a esta cruda realidad que les está tocando vivir.

Leonardo Sánchez, padre abuelo y fundador del "Espectacular Circo Acapulco", a sus 70 años de edad, sonríe y tiene la esperanza que en algún momento el Estado pueda apoyarlo, pues ni su persona u algún miembro de su familia recibió el bono de apoyo que fue designado por el Gobierno, con una sonrisa de esperanza tiene la fe que todo en su momento va a mejorar y como dice el show debe continuar y mientras exista un niño vivirá la alegría del circo.

FOTOS: Randy Reyes

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