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La red de cobro de cupos por concepto de chalequeos de la banda ‘Los Plataneros’ no solo se da a las empresas de transportes, construcciones, clínicas y nigth clubs, sino también se extiende al cento de abastos más grande de Trujillo, el mercado La Hermelinda.

TRABAJITO. Por versión de un testigo clasificado, la Policía y la Fiscalía tomaron conocimiento que César Velásquez Montoya (a), ‘Chino Malaco’, al parecer con la ayuda de su amigo Frans Vilca Aro hizo, trató con un dirigente de la última administración del centro de abastos.

Asimismo, se sabe que este directivo -del cual la Policía se reserva el nombre- aceptó pagar una determinada cantidad de dinero a cambio de “seguridad”, así como poner fuera del emporio comercial a otros delincuentes que pretenden operar en ese lugar.

El informante agregó que el primer delincuente que llegó al centro de abastos para brindar el trabajo de “seguridad” fue Mateo Zegarra (a) “Chato Mateo”. Sin embargo, debido a que este descuidaba su ofrecimiento y cayó preso, es que aparece el ‘Chino Malaco’.

El testigo añadió que el cabecilla de ‘Los Plataneros’ tuvo que sacar de camino a un grupo de delincuentes que pedían cupos a los comerciantes por encargo de hampón ‘Serrano Jhonny’ y ello habría costado víctimas.

Por información confidencial, la Policía sabe que compinches del ‘Chino Malaco’ siguen llegando a La Hermelinda y habrían entablado diálogo con el dirigente para presionarlo y que siga pagando los cupos porque el ‘jefe’ está necesitado.

TESTAFERRO. Frans Vilca Aro, quien para la Policía y el Ministerio Público es testaferro del cabecilla de ‘Los Plataneros’, junto con su conviviente Marianela Olivia Chávez Pretell, en el año 1996, junto con el padre de los primeros de los nombrados, trabajaron en el puesto D-050, sección “especies” de La Hermelinda.

En 1997, Vilca Aro alquila el puesto número 129 de la sección “tubérculos”. En el 2002 toma en alquiler otro y labora hasta el 2001.

Las autoridades no descartan que la presencia del ‘Chino Malaco’ en La Hermelinda habría sido por intervención de su presunto testaferro, aunque esto último está en proceso de investigación.

A Vilca Aro también se le destapó que tiene un puesto en el mercado El Progreso, el mismo que, según él, lo utiliza para hacer mantenimiento de sus vehículos.

La pareja señaló que con las ganancias obtenidas en el mercado les permitió comprar dos carros, cosa que para la Fiscalía no es creíble ya que los ingresos no dieron como para hacer esas adquisiciones.

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