Desde su inicio e incluso antes de su ejecución, la obra del cambio de piso de la Plaza de Armas de  causó polémica.

Críticos y aduladores dieron su parecer durante el desarrollo del trabajo; sin embargo, su pronta inauguración por la llegada del Papa Francisco a la ciudad de Trujillo dejó ver diversos desperfectos.

Lo más llamativo es la variedad de tonalidades que se observan en el piso, las rajaduras del cemento y las bases de las bancas hundidas y a desnivel.

El 15 de este mes, la plaza cumple siete meses de inaugurada y luce varias luminarias rotas, los sardineles se desmoronan y los tachos de basura están sin tapas y oxidados. Las imágenes así lo dejan ver.

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