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En el Día de la Madre no todas las madres pueden darse el lujo de celebrar. En su día, muchas de ellas hasta tienen que levantarse temprano y trabajar, llevar adelante el cotidiano sudor de frente que les permita llevar algo para casa, porque son padre y madre a la vez, el soporte del hogar.

A esas madres va esta dedicatoria, este saludo sincero desde esta página. A aquellas que lo dan todo a cambo de poco, a cambio de nada en ocasiones. Lo dan todo solamente a cambio de ver la sonrisa feliz de un hijo, la única que es capaz de regocijarla.

Que este segundo domingo de mayo sea para ellas un día en el que por lo menos reciban un cálido abrazo y un cálido gesto de sus seres queridos, por quienes lo entregan todo.

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