Cuestiona que no haya “empatía” entre mujeres cuando no se  respeta la paridad, la alternancia y cuando se les ningunea.
Cuestiona que no haya “empatía” entre mujeres cuando no se respeta la paridad, la alternancia y cuando se les ningunea.

Mirtha Higa Urquiaga, consejera regional por la provincia de , comenta que durante su incursión en la política se ha dado cuenta que la paridad, la alternancia y el respeto a la mujer que ocupa un cargo público, muchas veces no se cumple y los que vulneran estos códigos y normas, en algunos casos son las propias mujeres. Trabaja para lograr un cambio al respecto.

¿De dónde surgió Mirtha Higa, cuál ha sido su trayectoria?

Yo salí muy joven de Perú, viaje a Brasil, me casé en ese país; luego viajé a Japón donde tuve mis hijos. Precisamente fue en Japón que empecé a involucrarme en una ONG que trabaja en defensa de las niñas de India que eran vendidas, incluso por sus propios padres. He trabajado en voluntariado siempre apoyando a los que están en situación de vulnerabilidad. Cuando retorné a Perú formé una empresa, he trabajado duro acá y he seguido con el trabajo de voluntariado.

¿Cuándo es que decide incursionar en política?

Bueno, antes de decidir postular como consejera regional, me propusieron candidatear a la alcaldía de la provincia de Virú, pero desistí porque estaba desvinculada de la política local; sin embargo, continúe con la labor social y de fiscalización al uso de los recursos públicos porque considero que la corrupción no se lleva el dinero no de los ricos, sino de los más pobres y esta pandemia nos ha desnudado en ese sentido. Es por ello que cuando llegaron estas elecciones (2019-2022) tuve varias propuestas y fue que acepté ir como consejera regional por Virú para hacer una política diferente.

¿Pudo empezar a hacer algo diferente como se planteó?

Mira, como consejera regional cumplo con mis funciones: legislar y fiscalizar. He participado en la mayoría de ordenanzas publicadas el año pasado, he trabajado en favor y protección del medio ambiente y siempre investigando actos de corrupción. He hecho varias denuncias en la Contraloría.

Usted se vio involucrada en un incidente con otro consejero en el que se habló de un maltrato hacía su persona. ¿Qué sucedió?

La verdad que no solo yo. Hay otras consejeras que también han sufrido esos maltratos, pero lamentablemente veo que no hay empatía entre nosotras mismas. Mira, yo no sé qué fue lo que cambió este año porque hubo mucho hostigamiento por parte de algunos consejeros. Todo esto empezó justo cuando se inició la pandemia.

¿Por qué se dio esto, me refiero a ese supuesto maltrato por parte de sus colegas varones?

Todo comenzó por los pedidos que hacíamos cuando empezó la pandemia. Pedimos que las personas con Covid-19 hagan el aislamiento en centros especiales y no en sus casas; propuse que se hagan pruebas en los mercados, que se adquieran ventiladores mecánicos, pero en el Consejo decidieron que no solo porque el pedido lo presentaba Mirtha Higa. Ellos querían demostrar su poder político, su poder de mayoría.

¿O sea hubo como un bloqueo hacía su persona?

Una vez me quedé reemplazando al presidente del Consejo (Greco Quiroz) y dirigiendo una sesión cuando el consejero David Calderón comenzó a decir que me calle, que no sabía dirigir la sesión, que yo solo decía tonterías. Fue entonces que la Defensoría del Pueblo intervino porque se dio cuenta de que todo lo que planteamos las consejeras era desaprobado por los demás colegas. El caso llegó a la comisión de Ética porque fueron muy groseros conmigo.

¿Cuál considera que es el fin de ese proceder?

Pienso que quieren hacernos ver como minoría y tienen que hacernos entender cuál es nuestro lugar y lo que propongamos, sea bueno o malo, no les interesa. En ese sentido fue que se dio toda esta sucesión de hechos. Y no solo fue por parte de varones, también la consejera Teresita Bravo, que es la presidente de la Red de Mujeres y de la Comisión de la Mujer, nunca se pronunció en contra y salió en un medio de comunicación a decir que esto se daba en calor del debate. Luego hablan de paridad, de alternancia cuando no revindican nuestros derechos y nos nos respetan. De nada sirve si eso no se da. No podemos seguir de adornos o aretes en ciertos lugares o cargos públicos, porque al final de cuentas no se nos da el respeto. Así muchas mujeres desistirán de hacer política o van a entrar y serán sometidas.

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