Perú en el mundial
Perú en el mundial

Toda la semana lo he pensado así: no seré consciente de lo que significa realmente estar en el mundial hasta que la selección peruana salte a la cancha y empiece a entonar el himno nacional. Entonces, lo presentía, llegará el nudo en la garganta, el vértigo en la barriga, los ojos acuosos.

Mi generación y las que vienen después asisten por primera vez a este espectáculo, a esta circunstancia inédita. ¿Cómo rayos se sentirá ver a la selección de tu país jugando el mundial? ¿Cómo se ha de sentir gritar un gol peruano en una copa del mundo? Preguntas que solían asaltarnos. Y es este el momento de descubrirlo. Da mucha ansiedad el asunto y hasta miedo.

Este periodista es un aficionado al fútbol desde siempre. Veo de todo un poco: desde los partidos de Mannucci y Vallejo, hoy en segunda división, pasando por los partidos del Descentralizado y de la Copa Libertadores, hasta los épicos encuentros de la Champions League. Y como todos, he llevado años masticando ese amargo chicle de la derrota y de la frustración, de cada eliminación.

Así, he disfrutado los mundiales como muchos que no vieron a su selección en ella: aplaudiendo los goles de Romario y saltando ante el penal errado de Baggio, sufriendo el malestar de Ronaldo en esa final que ganó la Francia de Zidane, saltando de madrugada ante la reivindicación de Ronaldo en Corea-Japón, contemplando el llanto alemán en su propio mundial ante Italia, disfrutando el fútbol de España y viviendo la caída de Messi con Maradona como DT, sufriendo la derrota de Messi con su cara mustia en aquella final de Brasil, y con un Brasil que cayó humillado ante Alemania antes.

Han sido años de vivir el mundial con otros ojos, con camisetas prestadas e ídolos adoptados. Y ahora es diferente. La selección peruana está allí, peleará por clasificar en su grupo y estará ante los ojos de todos, en la justa deportiva más grande y emocionante, en la fiesta más gloriosa del deporte. Y eso ya es motivo para celebrar y ser feliz.