Richard, el heredero del “trono” de César Acuña
Richard, el heredero del “trono” de César Acuña

El 2016 que se fue hace pocos días fue un año fundamental para el genuino heredero político de . Richard, el segundo hijo del matrimonio Acuña Núñez, dejó de un momento a otro la juventud para asumir la adultez política en el 2016.

Ocurrió exactamente en plena campaña electoral, cuando los escándalos de las denuncias por plagio terminaban de minar la candidatura de César Acuña, al final del verano del año pasado. Oficialmente, fue la entrega de dádivas lo que dejó fuera de la carrera a la Presidencia al fundador de Alianza Para el Progreso (APP), sin embargo las denuncias de los plagios parecieron ahogar las esperanzas que aún quedaban.

En ese momento crítico, gris, ocurrió aquello en lo que muy pocos repararon: emergió la figura impensada de un Richard Acuña que se puso delante de todos los apepistas y, como si tomara la posta, cogió la corona que acababa de caer de la cabeza del papá y se la colocó.

“Han sido injustos con mi padre. A la Ley 30414 bien podríamos denominarla ‘Ley Acuña’ porque perjudicó a César Acuña y no se trató del mismo modo a Nano Guerra, que regaló dinero en ‘El valor de la verdad’; a Kenji Fujimori y a otros tantos candidatos que hicieron lo mismo”, declaró el hijo de Acuña a mediados de marzo ante el diario El Comercio.

Era una declaración que ya mostraba su intención de dejar de ser solamente el hijo de Acuña para entrar, en efecto, a la madurez política. Porque Acuña, el hijo, además lideró en esta ocasión la campaña nacional de APP y como tal tuvo que poner la cara en el momento más complicado: en el momento de la caída más dura de su padre.

EXPOSICIÓN. Así, quizás -nuevamente- sin que muchos reparen en este hecho, Richard Acuña terminó el año 2016 como el nuevo líder del partido fundado por su padre. Con César Acuña alejado del reflector político y sin otra figura que enarbole el componente apepista, desde el Congreso y desde su representación política él fue quien estuvo siempre en el centro neurálgico con total claridad.

Eso, por supuesto, es una situación de ventaja, pero también de desventaja.

Su exposición pasa a ser mayor, y con ello, por ejemplo, al ser además miembro de la Mesa Directiva del Congreso, no pudo ser un dato menor el hecho de ser el más viajero de los parlamentarios. Viajó más, incluso, que la primera vicepresidenta del Congreso, la también representante liberteña Rosa María Bartra.

En el periodo 2014-2015 también encabezó la lista de los más faltones al Congreso de la República. Entonces, su defensa fue unos estudios de maestría.

En una cabina de radio, meses atrás, el periodista que escribe esta nota le cuestionó por sus constantes ausencias y viajes al extranjero. Con el carisma aprendido en estos años y con la capacitación de media training que tiene que haber recibido en este periodo, Richard Acuña se mostró inicialmente solvente, amigable, tolerante.

“Son viajes que hice con mi plata”, dijo entonces.

Sin embargo, ante la insistencia de la pregunta sobre la necesidad de los viajes, el contexto de los viajes, respondió menos sonriente que de costumbre:

“¿Tú acaso no lo harías?”.

POLÍTICA Y SOCIEDAD. Richard Acuña fue elegido como el peruano más joven en el Congreso para el periodo 2011-2016. Tenía 27 años cuando fue elegido por primera vez como parlamentario en representación de La Libertad y su votación fue una de las más altas. Puso en vigencia, en ese sentido, la llamada herencia política del apellido, como ocurrió con Kenji y Keiko Fujimori, quienes también llegaron al Parlamento aupados al apellido paterno.

El ingreso del segundo hijo de la familia Acuña Núñez a la política fue vista en La Libertad como un evento circunstancial. En el año 2011, casi nadie apostaba por una carrera política sólida, excepto quienes estaban cerca de él. Los más cercanos a Richard Acuña lo califican como un gran amigo, siempre dispuesto a ayudar, carismático, generoso. Es como si hubiese heredado el voluntarismo de su padre, pero con una mayor locuacidad y hasta un mejor nivel de empatía. Muy pocos, o casi nadie por ejemplo, calificarían de soberbio o “agrandado” a Richard Acuña.

Sin embargo, el rápido ascenso político de Richard Acuña en los linderos de APP coincide también con su ingreso a la vida social trujillana. Desde el inicio de su carrera, él se volvió asiduo concurrente de las principales citas sociales de la ciudad, en especial en el balneario Las Delicias, donde reside. Incluso, en el año 2015, su menor hija Rafaela fue la reina infantil del Festival Internacional de Primavera. Estas incursiones dan cuenta de un personaje no solo activo en la política, sino en la vida social, una coindición imprescindible para las personas de poder en esta parte del país.

porvenir. El futuro parece ser promisorio para Richard Acuña. El analista político Miguel Rodríguez Albán lanzó semanas atrás una teoría inquietante. A su entender, César Acuña resignaría su sueño de ser Presidente de la República para dejárselo a su hijo Richard. “Si uno ve lo que sucede en APP, y cómo están trabajando el proyecto político de Richard, eso está claro”, dijo Rodríguez Albán.

Más allá de esta teoría, lo que sí es posible es que Richard Acuña termine siendo, tarde o temprano, una alternativa de fuste para APP. Y es que no hay, por ahora, nadie que haya equiparado en cierta medida el poder que tiene el padre en su partido, en su empresa educativa y en su club de fútbol.