“Los espacios públicos no tienen dueño y deben ser de libre acceso para la población”, dijo el alcalde de Trujillo, Arturo Fernández al inspeccionar el parque Finlandia, de la urbanización Santo Dominguito, donde quiso entrar, pero estaba cerrado y una persona que tenía llave de la puerta y pasó con su mascota le preguntó para qué quería ingresar, pero al reconocerlo le permitió el acceso.
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Adelantó que la Municipalidad de Trujillo va a mejorar las áreas verdes e infraestructura de este y otros parques, para que niños, jóvenes y la familia en general, que no podían entrar a jugar o distraerse, puedan disfrutar libremente de estos espacios.
La gerente del Servicio de Gestión Ambiental (Segat), Gisela León Algarate, que estuvo en el parque María Negrón Ugarte, en la urbanización Razuri, que también se mantenía cerrado y se cobraba por su uso, señaló que visitarán todos los territorios vecinales, pidiendo a los vecinos que denuncien donde estén cobrando por el ingreso.
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“No se puede estar cobrando. Todos pueden ingresar a hacer uso de las instalaciones deportivas y recreativas”, acotó, precisando que agentes de seguridad ciudadana cuidarán que cada uno de estos lugares sigan siendo públicos.
“Los parques fueron creados para los vecinos y nadie tiene porque estar cobrando para que ingresen. Eso va en contra de lo que ha dispuesto el alcalde Arturo Fernández”, dijo, pidiendo a los vecinos que se organicen y no permitan que las juntas elegidas cuyos periodos de vigencia ya vencieron se sigan quedando.
En parques como el Cedere, de la urbanización El Bosque; Martínez de Pinillos, de urbanización San Andrés o el Jardín Botánico, donde se había estado cobrando por su uso, se han retirado las cadenas y otros obstáculos que limitaban el libre acceso.