Tanto la Fiscalía como la defensa del empresario Edwin Oviedo se jugarán todo en un eventual juicio oral por el crimen perpetrado contra el dirigente Manuel Rimarachín Cascos en octubre del 2012 en el distrito de Tumán.
Con miras a dicho momento, la Fiscalía Especializada contra la Criminalidad Organizada (Fecor) de Lambayeque ha planteado hasta 160 medios de prueba, entre los que se incluyen 37 testimonios, 11 pericias policiales y 112 elementos documentales.
Dichas pruebas son mencionadas en la acusación formulada por el fiscal Juan Carrasco Millones, a cargo del caso, quien solicita una condena de 26 años de cárcel para el expresidente de la Federación Peruana de Fútbol como el presunto autor intelectual del asesinato del dirigente Manuel Rimarachín.
COMPLICADO
La tesis de la Fecor apunta a que Edwin Oviedo tenía conocimiento y habría ordenado el crimen de Rimarachín al considerarlo una amenaza para su permanencia en el poder dentro de la empresa.En la acusación fiscal, se menciona que el 11 de octubre del 2012, tras el asesinato, Oviedo ofrecería ayuda económica a Brayan Rimarachín Vera, hijo de la víctima, por intermedio de la jefa de Recursos Humanos del ingenio, Cecilia Limo Rojas, y de Ana María Yesquén Puican.
De acuerdo al testimonio de Brayan Rimarachín, Oviedo llegó a comunicarse directamente con él, a través del teléfono de Yesquén Puican, para decirle “que no se preocupe por su trabajo en la Empresa Agroindustrial Tumán pues continuaría laborando ahora como estable”.
En base a este y otros testimonios, como el de Mercedes Rosalía Vera Cajusol (viuda del dirigente) y de la misma Ana María Yesquén, la Fiscalía sostiene: “se confirma que Edwin Oviedo estaría detrás de todos estos hechos delictivos”.
Incluso, sindica al empresario “como responsable de diversos atentados e incluso muertes de dirigentes sindicales de la EAI Tumán, toda vez que este (Oviedo) sabría todo lo que sucedía dentro de la empresa”.
TESTIGOS
En el caso de las pruebas testimoniales, el Ministerio Público propone a un total de 37 personas, quienes serían citadas a declarar en su momento durante la etapa de juicio oral.Entre dichos testigos figuran los efectivos policiales que llegaron a la escena del crimen tras el homicidio de Rimarachín Cascos, quienes darán detalles sobre las circunstancias en que se dieron los hechos. De forma similar, son citados vecinos, personal del Hospital de Tumán y los amigos que socorrieron al dirigente tras ser baleado.
También es mencionada Jessica Idrogo Vidarte, familiar del acusado Pablo Arce Benites, exdirectivo de Tumán. En su caso, se espera que sus declaraciones sirvan para esclarecer una de las situaciones que habrían precedido el crimen: la acalorada discusión que habrían sostenido Rimarachín y Arce debido a que el primero reclamó asegurando que el sueldo de Idrogo Vidarte era superior a los de otros trabajadores de la compañía azucarera.
Otro testimonio que destaca entre los planteados es el de Antonio Becerril Rodríguez, exfuncionario de Tumán, quien se indica tendría “estrecha amistad con Edwin Oviedo Picchotito y colocaba a su nombre acciones que Rimarachín Cascos compraba a favor del Grupo Oviedo”.
Las declaraciones de Becerril, según los fiscales, permitirán demostrar que los encargados de dichas compras de acciones eran Rimarachín y Miguel Delgado Salazar, quienes producto de esto se habrían quedado con 80,000 soles que Oviedo les exigía devolver. Este sería otros de los móviles del crimen.
También ha sido considerado el testimonial de Javier Cabrera Samamé, exapoderado de la empresa azucarera, a quien la imputada Cecilia del Rosario Limo Rojas habría enviado para que esté presente en la diligencia de registro en el domicilio de Manuel Rimarachín, luego del fallecimiento de este último.
Para la Fecor, estas declaraciones permitirán probar la participación de Limo Rojas en “la planificación, ejecución y la desaparición de pruebas que involucren en el asesinato (...) a ella y los administradores judiciales, gerentes y especialmente a Edwin Oviedo Picchotito”. Entre otros testimonios propuestos, aparece también el de Ana María Yesquén.
Asimismo, figuran personas cuyas versiones guarda relación con las tantas veces mencionadas prácticas de tiro que se realizaban al interior del ingenio con armas sin licencia. Esto por parte de integrantes de la presunta organización criminal “Los Wachiturros”, sindicados de cometer crímenes para favorecer la permanencia de Oviedo en Tumán.
MÁS PRUEBAS
El resto de elementos probatorios planteados por la Fecor incluye una lista de 11 pericias, entre las que aparece un certificado médico legal presentado por Manuel Rimarachín al haber sufrido lesiones en un altercado anterior.De similar forma, se incluyen los resultados de la necropsia practicada al cuerpo del dirigente, así como de las pericias de balística forense y de restos de disparo. Otros documentales consisten en informes de inspección criminalística que dan cuenta sobre el homicidio y que durante el juicio oral serían detallados por los efectivos policiales a cargo de su elaboración.
Por último, la Fiscalía presenta una relación de más de 100 pruebas documentales, entre ellas, recibos e informes de la misma azucarera Tumán que pondrían en evidencia la estrecha relación existente entre los imputados. Además, aparecen documentos relacionados con la transferencia de armas, actas de visualización de contenido de equipos telefónicos, transcripciones de testimonios, entre otros.