Pacientes con enfermedades crónicas son los más afectados por el desabastecimiento del Hospital Almanzor Aguinaga. Mientras tanto, crece la demanda de pruebas Covid, obligando a centros de salud a racionalizar estos recursos.
Pacientes con enfermedades crónicas son los más afectados por el desabastecimiento del Hospital Almanzor Aguinaga. Mientras tanto, crece la demanda de pruebas Covid, obligando a centros de salud a racionalizar estos recursos.

Durante estos casi dos años de la pandemia del nuevo coronavirus, la atención de los pacientes nofue postergada y reducida a teleconsultas y reprogramaciones de citas médicas.

En el caso de la Red Prestacional EsSalud Lambayeque, los problemas por el abastecimiento de medicinas persisten en el Hospital Almanzor Aguinaga Asenjo pese al cambio de funcionarios y el dinero invertido año a año.


PACIENTES NO COVID DESATENDIDOS

Esta semana se reportaron inconvenientes en el Hospital Aguinaga Asenjo para que los pacientes no Covid puedan acceder a medicamentos.

Según el reclamo de algunos asegurados, el área de Farmacia no cuenta con todas las medicinas que recetan los propios médicos del hospital, y el personal solo aduce que se encuentran desabastecidos.

Los más afectados con esta situación son los pacientes con enfermedades crónicas como diabetes y cardiopatías así como los pacientes oncológicos.

El médico Alfonso Díaz Gálvez, dirigente del Sindicato Nacional Médico del Seguro Social del Perú (Sinamssop), refirió que la falta de medicinas es parte de la crisis que existe al interior de EsSalud desde hace varios años.

“Esto es de siempre. La problemática ocurre a nivel nacional y no viene de esta gestión, sino de años. Lamentablemente, las compras se centralizan”, explicó.

Díaz Gálvez precisó que es muy frecuente que los pacientes con diabetes o hipertensión arterial solo encuentren dos o tres de los fármacos que se les prescribe.

“Para el resto de medicinas tienen que esperar. Y el paciente no puede esperar, entonces tiene que comprar en el sector privado, usando sus recursos”, agregó.

El dirigente remarcó que EsSalud aún dispone de fondos económicos a pesar de las deudas que mantienen algunas empresas con esta entidad y la menor recaudación que se registró durante la pandemia.

En opinión del galeno, el Hospital Almanzor Aguinaga debe contar con autonomía administrativa y financiera para asumir la compra de medicinas, equipos y otros insumos.

“La parte financiera lo ve la Red Prestacional. Si el hospital Almanzor, siendo el más emblemático y grande de la macroregión norte, necesita algo, tienen que pedirlo al administrador de la Red. Si no te hacen caso, se cruzan de brazos”, sostuvo.

Incluso, Sinamssop ha propuesto a la presidencia ejecutiva de EsSalud que la entidad sea excluida del Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (Fonafe), debido a las “trabas que existen” para aprobar las adquisiciones.

Correo solicitó los descargos a la Red Prestacional Lambayeque, pero al cierre de este informe, no fue posible conversar con algún funcionario o representante de la entidad.


TERCERA OLA EN AUMENTO

A los problemas que enfrentan los pacientes no Covid, se suma el acelerado aumento de casos positivos que registra Lambayeque.

El médico epidemiólogo Jorge Fernández Mogollón, de la Gerencia Regional de Salud (Geresa), confirmó que el índice de positividad en la región se ha incrementado hasta en un 60%.

“La gran mayoría de casos son entre leves y moderados. Pero otros casos también se están agravando. Se trata de personas que no tienen vacuna o tienen su esquema incompleto, les falta la segunda dosis o adultos mayores sin tercera dosis”, explicó.

Para el especialista, este crecimiento exponencial de los contagios sería un indicio de la presencia de la variante ómicron.

Si bien el Instituto Nacional de Salud no ha identificado ningún caso de esta variante en Lambayeque, Fernández remarcó que es probable que ya esté circulando en la población.

El efecto de esta tercera ola pandémica es la mayor demanda de pruebas de diagnóstico en centros de salud y policlínicos.

En cifras, la Geresa estima que 1,200 pruebas -entre moleculares y antigénicas- se aplican cada día para la detección del Covid19.

Sin embargo, han surgido dos inconvenientes en la aplicación de estas pruebas. El primero es la falta de personal debido a que algunos biólogos y enfermeras han dado positivo al Covid19 y se encuentran cumpliendo aislamiento domiciliario.

El segundo factor es que los centros de salud están racionalizando el uso de las pruebas. Fernández dijo que la intención “es optimizar” estos recursos pues los pacientes no pueden someterse de manera indiscriminada a las pruebas de descarte.

“Hay personas que solamente por haber tenido contacto con un caso positivo quieren de inmediato hacerse la prueba, pero eso puede arrojar falsos negativos. Eso puede hacer que la persona se confíe y contagie a otras personas. Se necesita una orientación médica”, agregó.

Lo recomendable, según indicó, es que las personas con síntomas relacionados al Covid19 se sometan a estas pruebas luego de 3 o 5 días de haber tenido contacto con un caso positivo.