Agentes de Homicidios de la Policía Nacional sospechan que móvil seria venganza. En febrero, víctima fue testigo de asesinato de un empresario molinero.
Agentes de Homicidios de la Policía Nacional sospechan que móvil seria venganza. En febrero, víctima fue testigo de asesinato de un empresario molinero.

Un salvaje asesinato se registró en el distrito de Túcume, en la provincia de luego que un pastor evangélico fuera ahorcado y acuchillado en el interior del local donde funciona una iglesia evangélica, hecho que conmocionó a los pobladores.


Detalles

La víctima es Carlos Castrejón Cueva (70), quien fue encontrado sin vida, la tarde del martes, en el interior de la iglesia evangélica Jesucristo, ubicado en calle Los Incas Nº 534 del distrito Túcume; sin embargo, este habría sido asesinado aproximadamente 12 horas antes.

Castrejón Cueva fue encontrado en posición decúbito dorsal, con la pierna izquierda semiflexionada hacia arriba y en su cuello tenía envuelto un cable de extensión eléctrica con el cual fue estrangulado.

El cuerpo de la víctima presentaba dos cortes en el lado izquierdo del cuello y había manchas de sangre hasta la altura de su pecho.

Los detectives encontraron, además, manchas de sangre en el piso y sobre el cuerpo se encontró un cuchillo de 20 centímetros de largo, con el cual el pastor fue victimado y herido en el cuello.

El asesinato fue comunicado de inmediato a la fiscal Nelly Chambergo Burgos, de la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Lambayeque, quien ordenó el levantamiento del cuerpo y el traslado a la morgue central de Chiclayo para que se le practique la necropsia de ley.

Los agentes de la comisaría de Túcume, al mando del capitán Iván Sandoval Valdera, iniciaron operativos para dar con él o los asesinos del pastor evangélico.

Trascendió que el móvil sería la venganza, pues se descartó el robo de algún objeto de valor en el lugar donde fue encontrada la víctima. “Del local no se llevaron nada de valor, por eso creen que el móvil del crimen sea venganza. Todo tendrá que ser investigo por los detectives de la Divincri de Chiclayo”, dijo un agente que constató el crimen.


Testigo

La investigación de los hechos, a la que se sumaron los agentes de Homicidios de la División de Investigación Criminal (Divincri) de Chiclayo, lograron conocer que Carlos Castrejón Cueva (70), el pasado 10 de febrero del año en curso, fue testigo del asesinato del empresario Luis Hernando Peralta Lossio (55) cometido por Fortunato Asenjo Puelles (77), quien estuvo con prisión preventiva de 7 meses, ordenado por el Juzgado de Investigación Preparatoria de la ciudad de Lambayeque, por el delito de homicidio calificado y tenencia ilegal de armas en agravio del Estado.

Los agentes que investigaron el asesinato de febrero pasado entrevistaron en aquella oportunidad a Carlos Castrejón Cueva, evangelista de Túcume, y reveló que a las 11:00 de la mañana de aquel día, cuando se encontraba en el dormitorio de la iglesia preparando sus enseñanzas de alabanza, ingresó a su habitación Fortunato Asenjo.

Dijo que este individuo llevaba consigo un objeto envuelto en una tela, el cual al desenvolverlo observó que era una escopeta; incluso, le indicó que iba a realizar un trabajo y de inmediato salió del lugar.

Agregó que media hora después, Fortunato Asenjo retornó al templo con la escopeta y le indicó que quería enterrarla en la iglesia, pero al no acceder a su pedido cogió una laptop y lo golpeó en la frente, ocasionándole lesiones.

Según la Policía, Castrejón Cueva reveló que, en aquella oportunidad, Asenjo Puelles lo amenazó si contaba lo sucedido, refiriéndose al asesinato al empresario molinero perpetrado en febrero pasado.

Es ante estas circunstancias que el sujeto Fortunato Asenjo Puelles se ha convertido en el primer sospecho del crimen del pastor evangélico.


Primer crimen

Cabe recordar que, el pasado 10 de febrero, la Policía acudió hasta el predio ubicado en el sector Mocce de la provincia de Lambayeque, para lograr detener a Asenjo Puelles, incautándole dos cartuchos de escopeta calibre 16 y 24 que ahora forman parte de la investigación por el asesinato del empresario molinero.

Aquel día el hombre de negocios Luis Hernando Peralta Lossio fue asesinato de dos balazos de escopeta. Uno le cayó en la cabeza y otro en el pecho.

Inicialmente, como móvil de este crimen se barajó la disputa de terrenos. El presunto homicida Fortunato Asenjo exigía al empresario la devolución de un dinero.