Un comerciante acudió de lo más normal a su centro de labores; sin embargo, la muerte lo sorprendió de una manera repentina, en la región Lambayeque.

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Los seres queridos de Gilberto Alcides León Díaz, de 56 años de edad, dieron a conocer que ayer a las 6 de la mañana, él salió de su domicilio y si dirigió a su puesto de venta por el sector “La Cachina” ubicado en el mercado Modelo de Chiclayo.

El caso

Una hora después sus compañeros se percataron que sufrió un desmayo quedando totalmente inconsciente, por lo tanto lo condujeron hasta el servicio de emergencia del hospital Las Mercedes y lo dejaron allí.

Al llegar al nosocomio, los médicos de turno diagnosticaron que el hombre no presentaba signos vitales e inmediatamente comunicaron a los agentes de la comisaría César Llatas Castro quienes prestan seguridad en el hospital en mención.

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En ese momento el occiso no tenía ningún documento con el cual pudiese ser identificado.

Sin embargo, minutos después al ser trasladado al velatorio, una practicante de enfermería se dio con la ingrata sorpresa que se trataba de su padre Gilberto Alcides León Díaz.

Rápidamente llamó a su madre y hermano, un suboficial de la Policía Nacional del Perú, quienes al llegar protagonizaron desgarradoras escenas de dolor.

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“Estaba tranquilo y salió a trabajar vendiendo sus cositas que compraba y volvía a vender en La Cachina. A veces tenía algunas dolencias pero no eran graves. Tomaba a veces trago corto como yonque y a lo mejor ha tenido ese etanol que está intoxicando a la gente, eso habría afectado su salud que terminó dándole un infarto”, dijo la esposa del finado.

El fiscal Rodolfo Portalatino Segura junto a médicos forenses revisaron el cadáver y al no haber signos de violencia ordenó que sea entregado a sus familiares para que le den cristiana sepultura.